Fuego



El fuego me conmueve hasta lo más profundo, especialmente hoy que constituye un acto de justicia suprema, una revancha mucho tiempo aplazada, una venganza consciente y alevosa.

Supongo que debería sentirme afortunada; tengo lo que todos codician de ella. Eran muchas las especulaciones y es que más de uno se consideraba con derecho a heredarla. Sus tres exmaridos, la cuidadora que fue su sombra luminosa los últimos años de enfermedad, el marchante de arte fiel que dejó a un lado su vida para ser sólo una parte de la de ella, para encumbrarla a lo más alto. Sí, todos tenían esperanzas y ambiciones, pero con la última rúbrica del Notario debieron agachar la cabeza y conformarse: yo y solo yo soy la heredera de su obra.

Las llamas han perdido la timidez y ahora devoran ávidamente colores y siluetas, composiciones magistrales, perspectivas que le valieron el calificativo de genio, motivos nunca antes tratados con tanta valentía. Pero nada de eso soy capaz de apreciar mientras las lágrimas y el calor enrojecen mis mejillas. Yo solo puedo rememorar y dolerme de todo lo que me escatimó a mí. Era una gran pintora, sí, pero también era madre. Mi madre.

Muchos dirán que soy una demente, que he cometido un crimen horrible; tal vez tengan razón. Pero que sean ecuánimes, que la juzguen también a ella por su falta de dedicación conmigo, por las horas de juego y confidencias que nunca tuvimos, por las largas ausencias mientras yo crecía lejos de su abrazo protector, por transformar en cheques mensuales y souvenirs llegados de todas las partes del mundo lo que deberían haber sido sus cuidados y desvelos por mi bienestar. Que la juzguen por haberme alumbrado a un mundo donde ninguna porción de su amor me correspondía. 

Yo apenas tuve nada de ella, todo se lo entregó a su arte, pero ahora es mi momento: poseo entre mis manos el fruto de su íntima razón de ser, lo único que amó hasta el paroxismo, el trabajo donde vertió por completo su alma líquida y voluble de artista. Sus cuadros son míos, solo míos, y puedo disponer de ellos como me plazca.

La pira majestuosa y colérica que lanza gritos de humo al cielo ha cumplido su función; ha hecho posible que ella ya no sea más una pintora para el mundo, sino sólo, por fin, una madre. 

Veremos si junto a las cenizas queda un poco de paz para mi corazón…

Julia C. Cambil

Comentarios

  1. Una venganza tejida desde la pena más profunda, por la ausencia reiterada de cariño de esa madre que parecía haber olvidado su papel principal en este mundo. Muy bien narrado. ¡Enhorabuena
    Un abrazo.
    #yomequedoencasa
    #devuelvocomentarios

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    1. Muchas gracias, Rebeca, me alegro de que te haya gustado. El dolor acumulado de toda una vida tenía que buscar rienda suelta, alguna clase de resarcimiento... y la protagonista lo encontró en el fuego.

      Un abrazo grande también para ti. ¡Gracias por leerme!

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    2. hay formas y formas muy bueno si saludos -

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  2. Julia que relato tan impecablemente escrito, al menos a mi juicio querida, además lo encuentro muy liberador, esa llama nos ayuda a ser empáticos y soltar emociones reprimidas.

    La imagen habla por sí sola, y las letras según se van juntando y formando palabras y oraciones, guardan tranquilidad y paz emocional. Me gustó que a pesar de que en el contenido del relato se evidencian insatisfacciones, celos y rencores , no se percibe maldad frente a la acción tomada, solo liberación silenciosa a través de un pacífico, pero siniestro (yo diría que hasta necesario) desquite emocional.
    Si hay algo que deshace las fijaciones mentales, y los sentimientos mal llevados, es el fuego, basta con escribir en papel aquello que te atormenta y quemarlo luego, esa técnica no falla, así que doblemente genial.

    La protagonista purifica su alma, la libera, y también libera a esos culpables (esos cuadros) de robarte su amor y tiempo. En este caso no lo llamaría venganza, si no más bien templanza para ponerlo todo en su justo lugar.
    No siempre entendemos las prioridades de los demás, y creemos que la de una madre debe ser esa, ser madre, aunque está claro que se puede sobrellevar con otras de manera equilibrada sin descuidar el amor.

    Y sabes qué, al leerte pensé en esa madre naturaleza sufrida, que como hijos, no supimos amarla, valorarla, respetarla y cuidarla, y ahora al enfrentar estos avatares estamos siendo purificados y liberados por el mismo fuego que consciente o inconscientemente provocamos.

    Me alegra que hayas vuelto a tomar tu registro literario y las musas se empiecen a asomar querida.

    Esperando que todo siga bien y en calma, te dejo un fortísimo abrazo.

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    1. Hola, mi querida Harolina :)

      Ya ves, parece que poco a poco las musas van recordando el camino de vuelta a casa. Procuraré mimarlas para que no se vayan más :)

      Me ha gustado mucho, como suele suceder, tu punto de vista. Primero respecto a que las acciones de la prota no son tanto una venganza como un acto de liberación, de curación incluso; y segundo respecto al paralelismo que estableces entre el relato y lo que estamos viviendo actualmente. Hay muchas formas de "cobrarse" los agravios sufridos, y ni por un momento dudo de la capacidad de la Naturaleza para hacerlo. En todo lo que está pasando hay muchas lecciones que aprender y en nosotros está hacerlo o permanecer ciegos y sordos.

      Efectivamente el papel de una mujer no se supedita a una sola faceta. De hecho en la sociedad actual es lo más común que las mujeres sean madres, compañeras de pareja, trabajadoras, etc. Parece que la madre de nuestra protagonista no tuvo mucho éxito ejerciendo equilibradamente varios papeles y descuidó uno muy importante, al menos a juicio de su hija.

      Por aquí todo bien, aunque ajetreada de nuevo. Te debo un correo y en él te contaré :) ¡Me alegro mucho de que el relato te haya gustado!

      Un abrazo enooorme y mis mejores deseos para ti y los tuyos.

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  3. Ay Julia siempre me enganchas.
    No sé si esto es venganza o un cierto modo de justicia.
    Muy feliz día.

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    1. Me alegro mucho de que así sea, Gemma. Yo creo que la protagonista lo siente como un acto de justicia, pero evidentemente hay de fondo un poso de venganza. Como suele decirse todo es del color del cristal con que se mira :)
      ¡Feliz día también para ti!

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  4. Al principio de la lectura me has hecho recordar una frase "El fuego limpia". Y en tu relato, ha limpiado la ira y la inquina de esta hija, ¡qué potente desenlace al descubrir lo que tenía preparado a su madre! Me ha recordado levemente a "El baile", de Irene Nemirosvki, donde se ve la capacidad de una adolescente que se siente así de airada, para echar a perder, en un gesto, las ilusiones de su fría madre...ahí lo dejo, por si no la has leído.
    ¡Un abrazo!

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    1. Hola, Noelia :)

      No he leído el libro que me sugieres pero me lo apunto. La temática es interesante y confío en tu criterio si dices que está bien :)

      Es cierto que el fuego se suele asociar al concepto de purificación. Además es un elemento con un resultado irreversible, por lo que si una se deja llevar y lo provoca en un impulso, ya no hay vuelta atrás. Quizás eso sea lo más atractivo y también lo más aterrador...

      Un abrazo fuerte también para ti y muchas gracias por venir.

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  5. Mucha inquina hay que tener hacia una madre para destruir toda su obra. No creo que encuentre la paz en su corazón. Ella misma lo duda. Hubiera sido mejor vender los cuadros y haberse pegado la gran vida con el producto. En fin, cada uno lleva a cabo su venganza de la forma que considera oportuno.
    Me ha encantado el relato que, además, tiene muchos matices. Como el hecho de que tras haber pasado de la hija la madre guardara en su corazón la culpa suficiente como para dejarla heredera de todo, incluso de lo más querido: su arte.
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa

      He contestado los comentarios desordenadamente y acabo de decirle a Josep que nadie más había reparado en el trasfondo económico de la "venganza". Estaba equivocada, tú también has valorado ese aspecto :)

      Yo tampoco hubiera quemado los cuadros, para qué? La madre no iba a llegar a sufrir por ello y a mí, además de las críticas por parte de sus admiradores, me iba a suponer una importante pérdida monetaria. Mucho mejor dilapidar alegremente ese dinero.

      Muy cierto, esa herencia a la hija podría considerarse un último acto de amor y redención. Buena observación.

      ¡Un beso de tarde!

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  6. Cada uno gestiona sus frustraciones y su dolor como buenamente puede y esta mujer parece que se deshizo del dolor del abandono materno destruyendo su obra.
    Has reflejado muy bien el carácter atormentado de la protagonista y el discurrir de su pensamiento. Genial.
    Un besote.

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    1. Muchas gracias, Paloma, me alegro de que pienses así respecto al relato. Qué te voy a contar que no sepas a estas alturas: las almas atormentadas dan mucho juego a la hora de escribir y a mí, particularmente, me atraen mucho.

      ¡Un beso enorme y buena tarde!

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  7. Una venganza póstuma inspirada por el rencor hacia una madre que no supo ejercer de madre. Pero no deja de ser una forma de venganza muy particular. No todo el mundo habría rechazado esa herencia, seguramente multimillonaria, para repudiar la última voluntad de su progenitora. Tuvo que ser mucho el dolor que le produjeron esas "ausencias" tanto físicas como sentimentales, para obrar de ese modo.
    Tienes la particularidad, nada fácil, de hacer penetrar al lector en la historia poco a poco y a base de pequeñas dosis de información. Los primeros párrafos, a modo de peldaños, pueden llegar a ser desconcertantes hasta que se llega al descansillo, al meollo del nudo de la trama. Y eso acrecienta la curiosidad y estimula el interés.
    Un abrazo. Julia.

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    1. Qué contenta me he puesto después de tu comentario, Josep. ¡Muchas gracias por esas motivadoras palabras! (y más aún en esta etapa de poco tiempo, por raro que parezca, y menos capacidad creadora). Bueno, hay que ser optimistas y pensar que todo pasa, igual que todo llega :)

      Has caído en un detalle que nadie más ha puesto de manifiesto hasta ahora, y es que quemar los cuadros de la madre para castigarla después de muerta, es también la renuncia a recibir una importante cantidad de dinero. Yo no hubiera actuado así seguramente, más que nada por puro sentido de lo que es práctico.

      ¡Un abrazo también para ti!

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  8. Hola, Julia.

    La liberación de una carga emocional puede encontrar múltiples variantes. La venganza es una de ellas y lo has descrito de una manera estupenda. Es cierto que hay muchas infancias rotas por la poca o nula atención recibida por algunos menores. Y es que en la infancia y en su desarrollo pienso que está la clave de la felicidad en nuestra etapa adulta.

    Un fuerte abrazo y buen comienzo de semana.

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    1. Yo también lo creo, Miguel. En nuestra infancia está la clave de lo que llegaremos a ser de adultos, y está claro que la sensación de abandono por parte de un niño no es lo que más le ayudará a alcanzar la madurez, el equilibrio mental y la felicidad. También es verdad que hay muchas excepciones tanto positivas como negativas, pero en general es así. De todos modos en mi experiencia dar rienda suelta a la venganza pocas veces "cura" el malestar que se siente.

      Gracias por leerme, siempre es un placer tenerte por aquí :)

      ¡Un abrazo grande de vuelta para ti!

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  9. Suele ocurrir a veces que los seres humanos realizamos simulaciones de rituales que nos liberan de estigmas que nos han marcado de manera trágica o negativa durante nuestras vidas. La pregunta es si con la materialización del ritual verdaderamente llegan a desaparecer las cicatrices.
    Un beso enorme, Julia. Ya queda menos.

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    1. Una buena pregunta, Macarena. Evidentemente es lo que creen las personas que llevan a cabo esos rituales, que se desharán de sus penas, estigmas, lastres emocionales, etc. Supongo que el resultado es dispar y depende de cada uno. Yo, por mi parte, soy más dada a la meditación para superar cosas que a rituales, pero cada cual es cada quien :)

      Ay sí, ya queda menos. Qué largo se está haciendo, verdad?

      ¡Besos y abrazos confinados, guapa!

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  10. Compruebo que ella no te da ninguna pena por sus traumas, aunque también es verdad que podía haberlos solucionado yendo a un psicólogo... :)
    ¡Un abrazo de vuelta para ti! :)

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  11. ¡Brutal, Julia! Eres única entrando en lo más profundo de los personajes para mostrar que la naturaleza humana es algo más que memes con mensajes bonitos. Nos has presentado un personaje real, creíble, con un sentimiento entendible y complejo. Uno que se rebela y venga, quemando en esa pira sus propios demonios. De esos relatos que, como lector, disfruto mucho porque van más allá de lo políticamente correcto. Un fuerte abrazo!!

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    1. Muchas gracias, David, tu comentario me llena de satisfacción y alimenta mi parte más vanidosa como escritora :)) Lo políticamente correcto, igual que las buenas personas que tienen sentimientos de los que no tienen que avergonzarse nunca... cómo decirlo... ¡son aburridas! Yo también prefiero la transgresión.

      Un placer siempre tenerte por aquí.

      ¡Un abrazo enooorme!

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  12. ¡Hola Julia! Me encantó tu relato. Cada uno interpretará si es justicia o venganza... pero para mí es un acto totalmente liberador.
    "Sus cuadros son míos y puedo hacer con ellos lo que me plazca". Me parece genial, una frase que se podría usar para cualquier aspecto de la vida.
    Un saludo grande!

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    1. Me alegro de que tengas ese punto de vista, Locura, significa que empatizas con la protagonista y eso a mí, que soy su creadora, me encanta. No importa que ella pueda estar un poco perturbada o actuar de forma poco comprensible, es mi "criatura" y yo tiendo a perdonarle todo, ji, ji. ¡Me alegro de que te haya gustado!

      Un beso desde el confinamiento.

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  13. Hola Julia, primero que todo espero que estés bien y que el confinamiento se vaya haciendo leve.

    Decirte que me ha encantado tu relato, la forma en la que has dibujado el personaje, la ira y por supuesto la infelicidad de esa chica que nunca dejó de ser niña deseando una caricia de su madre, hasta llevarla al punto de quemar su futuro para vengar o purificar el pasado. Enhorabuena.
    Un beso grande.

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    1. Hola, Mariola, qué gustazo tenerte por aquí después de tu larga ausencia. Yo, como mi protagonista, voy a ser sincera con lo que siento aunque no quede muy bien... ¡estoy harta del confinamiento! jajajaja. Pero bueno, una vez desahogada diré que estoy muy bien, y eso ya es más de lo que, desgraciadamente, pueden decir otros. Igualmente espero que tú estés genial, así como los tuyos.

      Me alegro mucho de que te haya gustado el relato. A mí me ha gustado esa forma de ver a la prota, como una eterna niña ávida de las caricias de su madre. Es como yo la imaginé, dolida y perversa solo por despecho.

      Un beso enorme también para ti y mil gracias por leerme.

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  14. El fuego lo purifica todo, quizás de momento se sintió liberada del pesar que sentía por la desatención de su madre pero ya en frío seguro que se arrepentiría de haberlo hecho pues al fin y al cabo la madre le dejó un gran legado con lo que le demostraba que sí le importaba.

    Me ha encantado el relato, Julia.

    Un fuerte abrazo.

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    1. Muchas gracias, Carmen, me alegro de que así haya sido :)

      Las cosas que se hacen por impulso, con prisa y cegado por sentimientos fuertes, casi siempre acaban lamentándose; eso es muy cierto. En el caso de la protagonista, espero que no recapacite más tarde para llegar a la conclusión de que su madre la quería, solo que a su modo. Sería muy tarde para volver atrás...

      ¡¡Un abrazo enorme también para ti!!

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  15. ¡Holaaa, querida amiga Julia!
    Pienso que la protagonista de tu liberadora historia te pasó el testigo para que terminases su obra, creando esta otra ingeniosa "pira" de letras con su mensaje tremendamente emocional y justiciero: "exorcizar su rechazo y venganza hacia esa artista, que nunca supo ejercer su papel de madre" y de esa forma lograr su propia liberación personal y espiritual.

    Es cierto que cuando una madre o padre olvida su primera y más importante labor con sus hijos, que es transmitirles el amor, que se supone, les ha traído a este mundo, está creando un profundo vacío emocional en el alma de sus hijos.
    Me ha gustado el símil del fuego en el que te has inspirado como recurso literario para recrear esta escena tan impactante que alcanza el clímax en el desenlace y donde el lector puede adivinar ya en su inicio por donde van a desarrollarse los hechos.
    Un placer visitarte y disfrutar de tus creativas historias.
    Un abrazo grande y cuídate mucho.

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    1. ¡Hola, querida Estrella! El placer es mío por contar con tu visita :)

      Yo creo que en otra vida tal vez fui un poco pirómana y me quedan reminiscencias, porque el caso es que ver arder cosas me encanta. Como no es una afición a la que le pueda dar mucha salida en la vida real, uso el fuego en los relatos de ficción. Así no hay peligro ninguno, ji, ji.

      Es cierto que el fuego tiene mucho de liberaror, especialmente si lo que quemas tiene un fuerte significado para tí y le pones intención. No sé si la prota habrá encontrado remedio a su dolor y a sus carencias emocionales, pero por lo pronto está convencida de que esa pira millonaria es la solución.

      Un millón de gracias por leerme y mis mejores deseos en estos tiempos complicados también para ti.

      ¡Un abrazo!

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  16. ¡Qué relato, Julia, me enganchó un montón! La venganza es una temática que da para muy buenas historias, como la tuya. Describiste de un modo profundo la carencia de la protagonista, de a poco nos fuiste metiendo en su conflicto y sutilmente en la decisión que había tomado.
    El resentimiento y el dolor afloran a lo largo del texto y explotan en el acto final de la quema de los cuadros. No creo que en este caso el fuego purifique nada; cuando pase la satisfacción de los primeros momentos es difícil que encuentre la paz que busca.
    Un enorme abrazote.

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    1. Cuánto me alegro de que te haya gustado el relato, querida Mirella, ¡muchas gracias!.

      Tú eres una persona sensata y centrada, por lo que puedes adivinar desde ya que ese arrebato pirómano no constituirá un alivio para el dolor de la protagonista cuando pase la exaltación del momento. Lo interesante de la psicología de la prota, y por lo que da tanto juego a la hora de escribir, es que es totalmente impredecibles. Es cambiante y sin proyección a largo plazo, solo vive el aquí y el ahora de forma muy intensa... ¡y así resultan las cosas que hace!

      Un abrazo enoooorme para ti.

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  17. El crepitar del fuego a veces ayuda incluso a relajarse y meditar. Siempre me recuerda cuando de niño iba a acampar.

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    1. Creo que con el fuego pasa como con el mar, inducen a la reflexión, la introspección, el relajo de la mente. No es difícil quedarse mirando sin poderlo evitar :)

      Un saludo y gracias por comentar, Alexander.

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  18. Un relato impactante querida Julia con una gran carga emocional que me ha tocado las fibras de pleno. El fuego purificador de toda emoción que nos produce dolor o desasosiego se llevó la carga que durante tanto tiempo mantuvo la protagonista en su alma y en su corazón. El fuego la liberó de su carga y seguro que quedó en paz.
    Me ha encantado, has narrado la historia de manera impecable, como de costumbre, una historia que bien podría ser real.
    Un abrazo inmenso con todo mi cariño, querida amiga.

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    1. Gracias por tus generosas palabras, querida Marina. Me alegro infinito de que te haya gustado y "llegado" esta historia. Como bien dices podía haber sido real. De hecho, si yo la he imaginado, es quizás porque en las circunstancias de la protagonista, hubiera reaccionado así.
      El fuego nos atrae como un imán, nos hipnotiza. Cada cual le atribuirá unas cualidades y sentirá que ejerce sobre sí mismo diferentes influencias, pero a nadie deja indiferente.
      Te dejo una montaña de besos que, lejos de estar confinados, vuelan libres hasta tu ventana :))

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  19. Hola, Julia. Mis parabienes por la originalidad del argumento y la prolijidad exquisita del relato. Me ha encantado.

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    1. Hola, beba, qué alegría tenerte aquí :) Mil gracias por tus elogiosas palabras, a mí me ha encantado tu visita.
      Un abrazo.

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  20. Cuánta fuerza y cuánto resentimiento. Sin dudas, sentirse desplazado en el cariño materno y nada menos que con objetos, es desolador. No importa cuán valiosos sean, el corazón debería ser elástico, lo suficiente para que quepan en él todos los amores posibles.
    Un gusto leerte.
    Te mando un abrazo

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    1. Hola, Mirna :)

      Qué bonito y original término has usado, "corazón elástico". Estoy de acuerdo contigo, deberíamos ser capaces de amar todo aquello de nuestras vidas que merece la pena, sin dejarnos nada atrás, mucho menos a los hijos. No quiero ni pensar en lo que debe suponer crecer pensando que tu madre ama más su trabajo y su arte que a tí, llevando su propia sangre. ¡Terrible!

      El gusto es mío por recibir tu visita. ¡Un abrazo enorme también para ti!

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  21. Remordimientos y miedo de niño a ser dejado de lado a no ser querido. Cuanto dolor...Y la forma de exorcizar lo es con el fuego.destruir lo que te valió tantas lágrimas. Nada habría para la protagonista que borre sus recuerdos malditos.ver las cenizas tambien puedan significar las ganas que en esos momentos hubiera tenido que su madre muera.tal vez para equiparar los dolores...Y porque la madre no le dio el amor que necesitaba?

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    1. Aportas una perspectiva que ni yo había contemplado, Búho: la posibilidad de que la protagonista quemara los cuadros, los matara de algún modo, como expresión de querer ver muerta a la propia madre. En este caso sería una "transferencia" perversa y retorcida. Cenizas por cenizas... ¡me encanta! :))

      En respuesta a tu pregunta, la madre era pintora antes que madre, no tenía ni tiempo ni energía, tal vez tampoco instinto, para dedicarse a nada que no fuera su arte. Hay mujeres/personas que no saben ser varias cosas a la vez, que se dejan absorber por una sola.

      ¡Un abrazo grande y mil gracias por comentar!

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  22. Me ha recordado esa frase de Twin Peaks que decía "fuego, camina conmigo". Me ha gustado esa venganza llena de llamas purificadoras.
    Un beso y cuídate mucho.

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    1. El fuego no deja indiferente a nadie, por algo será, aunque no tenga las mismas connotaciones para todos nosotros. En este caso, como dices, es el símbolo de la purificación...

      Gracias, tú también :)

      Un beso de vuelta.

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  23. Un relato impresionante. Olvidó lo más importante, ser madre. Un saludo

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    1. Me alegro de que te haya gustado, Susana. Así es, un olvido imperdonable...

      Un saludo también para ti y mil gracias por comentar :)

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  24. Hay mucho dolor en la protagonista, lo reflejas muy bien en tus letras, se siente y se comprende aunque no se entiende porque ese acto una vez sean cenizas no habrá conseguido lo que ella anhelaba y ya no podrá ser, a esa madre amorosa que no tuvo a su lado. Ese rencor, la venganza, no parece que le vaya a hacer sentir mejor, quizás hubiera sido mejor pedir ayuda para intentar vivir mejor.
    Veo que ya tienes a tus musas o musos en pleno rendimiento.
    Besos

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    1. Hola, Conxita :)

      Casi nunca que se toman decisiones basadas en el rencor, el odio y los deseos de venganza, se acierta. Yo tampoco creo que la protagonista vaya a sentirse mejor después, pero está claro que en ese momento cree que así saldará cuentas y, sobre todo, eliminará la faceta de su madre que le robó la atención que merecía. Solo una madre, nunca más una pintora...

      Así parece, las musas están en casa de nuevo. Veremos si se quedan o solo están de paso :))

      ¡Un beso enorme y muchas gracias por leerme!

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  25. Lo más grave es que las cenizas de ese rencor larvado durante su vida todavía esté repleto de aversión, de despecho y de rabia.
    Me ha encantado.

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    1. Muchas gracias, Norte, ¡me alegro de que te haya gustado!

      Yo también me temo que sea como dices. No se borran los sentimientos de toda una vida, especialmente cuando son tan negativas, con un solo acto...

      Un abrazo.

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  26. Joder!!! Aunque se que puede pasar, se me hace difícil imaginar tanto rencor en la mente de alguien y más hacia una madre. Tal vez sea porque en ese sentido he tenido mucha suerta y la mia es un cielo.

    Buen relato Julia.

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    1. Hola, David

      Es muy buena señal que pienses que la reacción de la protagonista es exagerada, casi imposible. Como dices, denota que tú jamás has tenido una mala experiencia en el sentido de creerte poco valorado por tu madre o no ser una prioridad para ella. Yo tampoco la he tenido, pero se ve que soy más retorcida jajajaja.

      Gracias por leerme, ¡un saludo!

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  27. Si la destrucción de los cuadros le diera lo que nunca obtuvo de su madre....
    Y sin embargo son tan parecidas en cuanto a la pasión, una por crear, la otra por destruir. Muy bueno, Julia. Me gusta como procesan tus personajes sus situaciones anímicas.

    ¡Un beso!

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    1. Qué buena observación, Yolanda: madre e hija, aún distanciadas y poco amorosas, no pueden evitar parecerse. Es la sangre que comparten la que les otorga el talante...

      Me alegro mucho de que te haya gustado, ¡gracias!

      Un beso enorme también para ti :))

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  28. Dicen que el fuego es purificador y, también, que la venganza se sirve en plato frío. Su madre la anuló como persona por el déficit de cariño que nunca se preocupó en darle. El arte era su prioridad y sus obras hablarían de ella aún cuando se hubiera ido. La hija cumple su venganza a través del fuego, pero este fuego no es purificador porque nunca va a conseguir lo que tanto añora. Una madre es mucho más que una palabra vacía.
    Me deja un sentimiento tan triste.
    ¡Qué arte el tuyo, Julia!

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    1. Ainssss muchísimas gracias, María Pilar, ¡arte el tuyo para subirme el ánimo! :))

      A mí la necesidad de venganza, en general, me produce esa sensación de tristeza que comentas. Significa que alguien es infeliz, que se siente agraviado, que malgasta su energía buscando compensar una situación que considera injusta... Todo negativo, al fin y al cabo. Es un sentimiento terrible, de los peores según mi opinión.

      Un abrazo enorme.

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  29. Has escogido una imagen de lo más sugerente para este impecable relato, Julia, allí, en la mirada, donde se reflejan las lágrimas y las llamas, o lo que es lo mismo, las emociones que quiere liberar con ese acto purificador que lleva a cabo. Se puede apreciar en el curso de tus letras, como ella en sus recuerdos aún siente el abandono de su madre, su carencia de afecto y amor, mientras la madre se los entregaba al arte, a su colección egoica. Nos recreas en un ambiente en el que se aprecia que la joven no ha superado con el transcurso de los años esas faltas, y le llegó el momento del desquite. Pero el fuego no suele purificar si va acompañado de venganza, por muy justa que parezca la causa. Aún ella, duda de hallar la paz en su corazón.

    Muy bien reflejado las emociones que pueden quedar latentes en los hijos, a causa de un "gran olvido" llamado amor. Si ella, hubiera sanado de las heridas del alma, seguramente no tendría necesidad de quemar las obras, optando por otra vía que beneficiase de algún modo, a alguien.

    Me ha encantado leerte, querida Julia, siempre pulcra en la redacción y sin dejar cabos sueltos.

    ¡Un abrazo fuerte, preciosa!

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    1. Qué gran alegría tenerte en esta "casa", querida Mila. Yo misma la tengo bastante abandonada, pero sigue siendo un placer recibir visitas :)

      Pienso como tú: el fuego, o cualquier otro símbolo que en determinadas circunstancias puede ser hermoso, pierde su belleza indómita y salvaje si solo sirve a una venganza. Hay heridas y carencias que se arrastran de por vida, pero más que empeñarse en saldar cuentas, habría que empeñarse en superarlas, olvidarlas, transformarlas o incluso aprovecharlas. Forman parte de nuestro bagaje, contribuyen a hacernos las personas que somos, pero tenerlas siempre presentes solo contribuyen a hacernos daño y dejarnos "atascados" en sentimientos negativos que no llevan a nada bueno, como en el caso de la historia. El perdón siempre sale más rentable, aunque en el momento no sepamos verlo. Para la persona que lo recibe y para nosotros mismos...

      Escribí este texto hace bastante tiempo y me ha gustado releerlo contigo. Me alegro de que te haya gustado :) Un millón de gracias por tu compañía y por tu comentario siempre inteligente y enriquecedor.

      ¡Un beso enorme, linda!

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  30. Madre mía Julia, el tono de este relato transmite algo que yo sé que tú no eres, pero que has sabido imaginar y plasmar muy bien. Un tono de venganza furiosa, con ánimo destructivo, pero con ese trasfondo de alguien que piensa "yo solo quería..." mi enhorabuena, porque ha quedado estupendo.
    Tu amigo Rosellenc

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