La gran estafa
Otra
aburrida pero necesaria firma de libros; para mí, que soy extremadamente tímida
y que me cuesta tanto relacionarme, es la parte del oficio que peor llevo. Cuando
llegó el turno de aquel tipo grande y rubicundo que había esperado más de una
hora para poder ponerse ante mí, se quitó el sombrero, comenzó a retorcer el
fieltro entre sus manazas y me dijo lo que sin duda había estado ensayando mil
veces: “he leído absolutamente todo lo que ha publicado usted, ¡qué mujer tan interesante
me resulta y qué vida tan plena debe llevar!”.
Estoy
segura de que pretendía ser amable, no me cabe duda, pero sentí como si me
hubiera abofeteado en plena cara. Seguramente nunca llegaría a conocer el
alcance de sus palabras. Salvé su escrutadora mirada como pude, le dediqué una
sonrisa sin alma y firmé con pulso tembloroso el ejemplar que me ofrecía.
Traté
de no pensar más en aquello, de hacerme la sorda ante la acusación que
contenían sus palabras, pero me fue imposible concentrarme y creo que estuve
más taciturna de lo normal, incluso antipática según insinuó mi editor. Se
despidió de mí a las puertas del hotel que habíamos reservado y me deseó que “me
mejorara”.
¿Cómo
sentirme mejor cuando había comprendido de repente que mis lectores no me ven a
mí, sino solo el reflejo que mis letras devuelven? Porque lo más gracioso del
caso es, que si tengo éxito, es precisamente porque escribo sobre todo aquello
que no soy y todo aquello que no he vivido.
¡Qué
gran estafadora me siento!
Julia
C. Cambil
Ay! Esa eterna confusión entre el autor y sus personajes.... Qué bien lo has contado, Julia y qué bien muestras el sentimiento de tu protagonista. Muy buen relato. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta, me alegro de que te haya gustado. Creo que todos los que escribimos hemos pensado alguna vez en el tema :)
Eliminar¡Un beso también para ti!
¡Qué bueno, Julia!
ResponderEliminarUna manera muy acertada de retratar el peso de la notoriedad pública. Se tiende a confundir a los autores con sus personajes o con sus propias vidas. A los actores también les pasa de alguna manera este tipo de dualidad. Más de uno se ha llevado una mirada matadora, cuando no un insulto. al confundir la gente algún personaje malvado que han interpretado con su persona.
Un abrazo y buena semana de (des?)-confinamiento :)
Hola, Miguel
EliminarCreo que esa confusión entre autores-actores y sus personajes o historias solo se produce cuando resultan creíbles y el público puede percibirlos como reales y cercanos. Bien mirado puede considerarse un elogio, aunque no sean todo ventajas. La prota de mi relato desde luego lo siente como una carga. Quizás no haya escogido bien su profesión.
Me alegro mucho de que te haya gustado, ¡un millón de gracias por la visita!
Sin duda será una semana motivadora ante la perspectiva de un desconfinamiento, aunque no sea total. Eso bien merece muchos abrazos y algarabías, aunque sean virtuales :))
!Hola Julia! Que bueno que hayas retomado un buen ritmo en la escritura, veo que nos estás saldando en parte tu tiempo de ausencia, ja, ja.
ResponderEliminarYa en serio querida, un relato de esos que nos pone a pensar, en especial a los que escribimos para dejar salir lo que llevamos dentro, como yo, y a los que aspiran a ser escritores, que no es mi caso.
Bueno, sabes que me voy siempre por lo hondo, así que mi impresión en realidad no es de estafa, muchas veces al escribir nos metemos en la piel de uno o varios personajes, no por pretender ser lo que no somos, si no más bien para recrear en la imaginación las tantas vidas que podríamos ejercer, o las cosas que queremos hacer y no nos atrevemos, por la razón que sea, pero al vivirla en la imaginación para contarla, de hecho es como si la hubiéramos vivido con intensidad, pues ahí es dónde somos más auténticos, ya que el miedo se queda a un lado...
En el caso del personaje del relato, creo que su timidez la cohibe y vuelca en sus personajes esa soltura y plenitud que posee y ansía dejar salir , pero no sabe cómo lograrlo y lo hace mediante la escritura. En el fondo el autor de una historia, crea y recrea la historia como la ve, la siente, y la vive en su imaginación, y como tal le pertenece, es su mérito, jamás una estafa, lo sienta así o no. Y tú querida tienes ese don de crear, dar vida a personajes tan distintos y contarlo tan diáfano, que eres una joya muy valiosa en tu interior. Gracias por eso.
Que tengas una semana gratificante querida. recibe un fuerte t cálido abrazo.
Ay mi querida Harolina... ¡las musas son traicioneras! jajajaja. En cualquier caso espero que sí, que pueda recuperar el mucho tiempo de ausencia bloguera, si no con cantidad, al menos sí con calidad :))
EliminarSiempre se ha dicho que la literatura es mágica porque cuando lees un buen libro te transporta a otras realidades y te permite vivir otras vidas. La otra cara de la moneda, como tú tan bien expresas, es que el que escribe recrea, imagina, vive de alguna manera también todo lo que es capaz de inventar.
El conflicto de mi protagonista surge cuando piensa, quizás por inseguridad y falta de autoestima, que ella en sí misma es insignificante, que no importa a nadie, y que solo sus historias valen la pena. Desde mi punto de vista es una forma de sentir errónea; sus historias son una parte de ella misma también, tan valiosa como cualquier otra. Creo que casi todos estamos de acuerdo en ello. Ya sabes, me gustan los personajes tortuosos que se complican la vida innecesariamente jajajaja.
Te agradezco en el corazón las palabras que me dedicas. Eres infinitamente generosa (rubor y sonrisilla engreída) :))
También para ti mis mejores deseos. A partir del sábado podremos salir a pasear, ¡sí que será una buena semana!
Hola.
ResponderEliminarQué bueno Julia, es verdad que muchas veces juzgamos a los autores por sus obras(hablando de ficción, claro). Pasa algunas veces con actores. Recuerdo que cuando se puso de moda Cristal, el culebrón venezolano, la protagonista mala, Victoria creo qu eera el nombre, dijo que en la calle había recibido insultos e incluso agresiones, por parte del público.
Me siento muy identificada con esa timidez en las firmas, ya conté en el blog que hace unos meses rechacé la oportunidad de publicar porque no me veía capaz de pasar por otra presentación con firma, es una situación que me supera.
Me ha gustado mucho el texto.
Feliz día.
Ay Gemma, ¡no me lo puedo creer! Sabía de tu timidez para exhibir tus escritos y de tu poco gusto por ser el centro de atención, pero rechazar publicar por no pasar por los actos de firma y promoción... Si lo llego a saber te estoy dando la lata hasta convencerte. Creo que deberías tomártelo, si llega la ocasión de nuevo, como un ejercicio de superación personal, como un reto. Igual así lo enfocas desde otro ángulo y das el pasito. ¡Ánimo!
EliminarMe alegro un montón de que te haya gustado, comprendo que te hayas sentido identificada después de lo que me has contado :))
¡Un beso gigante!
Una reflexión profunda que cala...porque todos sabemos que, en el fondo, es así...aunque nos guste creer lo contrario porque somos un poco mitómanos :)
ResponderEliminarUn abrazo, Julia!
Las personas somos muy complicadas, es cierto, y entre lo que queremos mostar, lo que en realidad mostramos, y lo que los demás interpretan, hay matices infinitos. Pero bueno, ahí está lo interesante, en el conflicto, no? Es lo que nos hace plantearnos cosas y crecer :)
Eliminar¡Un abrazo enorme también para ti, Noelia!
Dicen que todo escritor deja una huella de su personalidad en lo que escribe. La verdad es que no sé si es absolutamente cierto, pero sí creo que resulta bastante fácil fingir lo que no se es. Probablemente el éxito reside en esto: saber fingir sabiendo escribir, je,je.
ResponderEliminarPor un momento me he sentido en la piel de tu protagonista, pues con mi timtidez lo pasaría realmente mal firmando libros y dando charlas. Pero como eso nunca ocurrirá...
Un abrazo.
Nunca digas de ese agua no beberé, Josep. Yo no descarto que alguien con tu talento y dos libros publicados en el mercado, con un poco de suerte inesperada, se vea justamente así, tratando de superar la timidez para complacer a sus lectores. ¡Me encantaría verlo! :))
EliminarHas dicho algo realmente interesante que me ha hecho pensar. Se puede tener capacidad para fingir, incluso una gran imaginación para inventarse otras vidas, pero solo el que escribe bien es capaz de convencer a los demás de que esas vidas son la suya. Como aspirante a narradora de historias que gusten, me parece un reto súper interesante conjugar todas esas facetas.
¡Un abrazo y feliz semana!
Me encanta que me estafen los buenos escritores haciéndome partícipe de maravillosas historias que no han vivido. Gracias a ello consiguen que yo sí las viva, aunque sea de forma vicaria.
ResponderEliminarYo tampoco soportaría eso de las firmas y entrevistas y promoción en general. Sería como Salinger. Aunque para poder permitirse ese lujo hay que ser muy famoso y haber escrito "El guardián entre el centeno".
Un beso.
Visto así es un placer ser estafado, Rosa :)) De todos modos creo que la perspectiva de la protagonista es un poco "personal" y viene más de un bajón de autoestima que de un criterio objetivo. El fin de la literatura es entretener, enseñas, procurar evasión... qué más da de dónde proceda la historia, no?
EliminarYo creo que a todo se acostumbra una y si es una parte del precio a pagar por tener satisfechos a los lectores, se firma y se promociona lo que haga falta. Nunca me he planteado si a mí me gustaría, la verdad... :)
¡Un beso de vuelta para ti!
You have a wonderful blog! The topics you write about are very close to me. Thank you for sharing your thoughts!
ResponderEliminarI follow you through GFC! If you want, go to my blog :)
MY NEW POST: MY MAIN DRAWBACK / МОЙ ГЛАВНЫЙ НЕДОСТАТОК ♥
Gracias por visitar mi blog y por tus amables palabras. Ya soy seguidora de tu blog yo también. ¡Será un placer visitarte!
EliminarUn saludo y feliz semana :)
Bueno, yo no creo que sea una estafa, cuando se escribe nos dejamos llevar por la imaginación, a veces por lo que nos gustaría ser o hacer y que ni somos ni hacemos pero forma parte de esa creatividad en la que el escritor deja volcar sus ilusiones, afanes o metas. Otras veces escribir resulta ser la mejor de las terapias y nos desnudamos ante nosotros mismos primero y después quienes lo leen.
ResponderEliminarLa protagonista en su timidez quizá no sea consciente de que el cumplido no sea un juicio sobre su vida sino más bien que también le puso imaginación y sacó conclusiones erróneas a través de lo que le llegó de la lectura.
Un magnífico micro querida Julia, impecable, como de costumbre. Todo un placer siempre leerte.
Abrazo gigantesco, preciosa!!!
Un millón de gracias por tus generosas y elogiosas palabras, querida Marina.
EliminarLa mayoría de los lectores compartís la opinión de que la escritura sobre vidas alternativas que no son la nuestra e historias inventadas que no hemos vivido, no es una estafa sino un ejercicio de creatividad. Y además muy de agradecer para nuestros lectores si lo hacemos bien. Como dices la timidez de la protagonista o tal vez una peculiar forma de pensar, le inducen a sentirse mal por ofrecer una imagen a través de sus letras, que no coincide con la que ella misma tiene de sí. Las personas somos tan complicadas...
Me ha gustado tu punto de vista sobre la desnudez que exhibimos, para nosotros mismos y para los demás, mientras escribimos :)
¡Un gran abrazo! Espero que si mañana sales a pasear, disfrutes de lo lindo.
¡Para nada! Personalmente, me aburren mucho todos esos autores que se dedican a contar su vida o hablar de ellos mismos. Si algo de bueno tiene la literatura es que puedes vivir otras vidas, soñar otros sueños, desear otros deseos... Por supuesto, algo de nuestro interior sale a la tinta. Pulsiones que muchas veces no conocemos o no queremos reconocernos. Pero es que eso es lo realmente emocionante y fascinante. Imagínate que solo los asesinos pudieran escribir de asesinatos, o los astronautas y científicos sobre ciencia ficción.
ResponderEliminarUn estupendo relato sobre todo para quienes escribimos y quizá nos hayamos planteado algo de lo que le preocupa a la protagonista. Un abrazo!
Comparto por completo tu punto de vista, David. Creo que incluso cuando escribimos ficción hay algo de nosotros en la historia. A veces es un rasgo de personalidad que conocemos bien por "padecerlo", a veces una fantasía que no hemos expresado en voz alta, a veces una experiencia que nos inspira repentinamente, a veces un sentimiento poco correcto políticamente que no podemos evitar. Y si hay algo realmente satisfactorio, es "descargarte" de todo eso y poder recurrir a un personajes para que "cargue" con ello. Nadie podría culparnos, desde luego, pero nosotros, si somos honrados y nos conocemos bien, sabríamos la verdad. A medio camino entre un juego y la terapia, no? Sí, realmente emocionante :))
EliminarMe alegro de que te haya gustado el micro, ¡muchas gracias!
Un abrazo semi-desconfinado :P
Un excelente relato, Julia, bien narrado y que saca a la luz algunos aspectos de un escritor. Una de las maravillas de la literatura es que permite imaginar, dar rienda suelta a las ilusiones, tanto las posibles de concretar en la vida como las que no.
ResponderEliminarEl que escribe tiene muchas máscaras, algunas ciertas y que se anima a mostrarlas en sus libros; otras son falsas, las inventa para el público o también para engañarse a sí mismo. Es un ser humano más, con una herramienta muy valiosa para corregir errores, sentirse mejor y hacer sentir mejor a los que lo leen.
Un abrazo bien grande, guapa.
Qué excelente resumen has hecho, Mirella, y qué cierto es. Se nota que conoces bien las facetas de escribir dado que, además de una persona reflexiva, eres una escritura que usa con conocimiento sus recursos. No puedo añadir nada, lo has dicho a la perfección :))
EliminarMil gracias por tu comentario, me alegro mucho de que te haya gustado el relato.
¡Un beso gigante para ti!
Bueno, Julia, tampoco es para tanto. Imagino que cada historia, cada "deje", cada expresión, cada giro forma parte de la personalidad del autor. De hecho, el estilo de cada uno queda plasmado en el texto y por él se reconoce a muchos autores. No lo veo como tú. Por el contrario, creo que todos dejamos una huella en nuestras obras y eso, forma parte de nuestro yo. Otra cosa son las historias que contemos.
ResponderEliminarUn besito
Verlo como yo? Es un relato de ficción, Macarena, querrás decir como mi protagonista :)) Es curiosísimo, has hecho precisamente aquello de lo que habla el texto, atribuirme a mí, como escritora, lo que piensa mi personaje.
EliminarEn realidad yo para nada pienso así, solo creé un punto de vista diferente, una forma de sentir peculiar, y la puse al servicio de la reflexión a través de una escritora tímida, insegura y quizás con la autoestima un poco baja. Si esto hubiera sido un experimento no habría podido salir mejor.
¡Un beso des-confinado!
Un buen escritor miente y lo mejor de todo finge que miente, excepto cuando lo que escribe es un ensayo, reseña, crítica, artículo...
ResponderEliminarSi un lector confunde al personaje o personajes con la persona que lo ha creado, llegando a descalificarle u ofenderle, es evidente que este conoce muy bien su oficio.
No obstante, estoy de acuerdo con otros compañeros cuando afirman que en la obra de cualquier autor hay algo característico del autor, eso se suele llamar su manera de escribir, que lo distingue del resto.
Lo que más valoro y he valorado siempre de tus publicaciones, querida Julia, no es el estilo sino la capacidad innata que tienes para motivarnos a reflexionar con tus ocurrentes historias, nunca vacías de contenido.
Muchas gracias por brindarme también la oportunidad de pensar a fondo esta cuestión y razonar al respecto.
Un besazo de mitad de semana y a ver si pronto acabamos ya el "encierro forzoso".
Holitas, Estrella :)
EliminarDices muy bien, si un escritor llega a conseguir que los lectores le identifiquen tanto con lo que escribe que lleguen a creerlo propio, no algo inventado, es que conoce su oficio. Miguel apuntaba que también sucede con los actores y sus papeles más "potentes". No puedo discrepar contigo en lo dices porque estoy de acuerdo :)) También respecto al estilo. Los hay tan peculiares que se reconoce al autor fácilmente, y aún sin llegar a eso cada cual tenemos nuestra propia forma de narrar. La historia que contamos puede no ser cierta, pero en las letras, como si fuera la voz, hay cosas que no podemos evitar.
Me alegro de que este micro te haya servido para reflexionar. Aunque la mayoría estamos de acuerdo y quizás ya nos lo habíamos planteado antes, no está de más confirmar que no lo vemos como la prota. ¡Muchas gracias por tus generosas palabras!
Otro beso enorme para ti. Mañana es el día, podremos salir a pasear aunque sea en ese horario tan feo que nos han dejado a la mayoría jajajja. ¡¡Que lo disfrutes mucho!!
Muy interesante este tema que tocas, Julia.
ResponderEliminarLa verdad es que creo que, inconscientemente, tendemos a relacionar el autor con la obra, pensamos que podemos diseccionar su alma a través de sus escritos. Es como quien es fan de un cantante o actor, al final le atribuyes cualidades que son producto de tu admiración y que muchas veces poco tienen que ver con la realidad. Lo peor de todo es que a veces vivimos permanentemente bajo esa gran estafa.
Un abrazo!
Hola, Sofía :)
EliminarLa idealización es un "vicio" muy común, tienes razón, lo mismo que el odio gratuito cuando de alguien no conocemos más que su expresión artística, sea la que sea. A mí hay cantantes que me caen mal por su timbre de voz, y eso es totalmente irracional. Supongo que no solo me pasa a mí.
En el caso del relato es la propia escritora la que se ofende o se siente mal porque la asimilen a sus historias y personajes. No creo que sea lícito, pero hay tantos puntos de vista como personas. Quizás ella es especialmente susceptible con el tema de su identidad o tiene la autoestima algo baja...
Mil gracias por la visita y la aportación. Me encanta que el tema te haya parecido interesante.
¡Un abrazo de vuelta para ti! :))
Me parece un ejercicio literario muy bueno cambiar el sentido de un halago que tendría que reforzar el placer de escribir de la protagonista. Queda transformado en pura frustración. Buen trabajo, Julia.
ResponderEliminarUn beso
Muchas gracias, Yolanda, me alegro mucho de que a hayas apreciado ese matiz. En realidad lo que nos dicen tiene que ver más con lo que sentimos que con la intención del que nos lo dice. Todo puede transformarse en ese complicado intercambio lleno de filtros :)
Eliminar¡Un beso también para ti!
Preciosos versos que desconocía, tocayo. Nada puedo añadir, solo agradecerte que los hayas traído hasta aquí y disfrutarlos :)
ResponderEliminar¡Un abrazo en prosa!
Anda, guapa, menudo relato "corto", pero muy intenso. Acabas de dar en el clavo de un tema que tiene mucha miga. Muchas veces, creemos que lo que escribe un autor, autora, es reflejo del él, de ella (esto del lenguaje inclusivo es un coñazo), pero casi nunca es cierto, y creo que eso no lo tenemos en cuenta.
ResponderEliminarYo misma me he dado cuenta de que tiendo a reflejar en el autor las cosas que piensa o hace el protagonista de su obra, y no es así. O puede que sí.
Hasta qué punto un escritor refleja en sus personajes su forma de pensar¿ Ahí lo dejo.
Genial, Julia.
Un besote.
Me alegro mucho de que la reflexión que proponía te haya parecido interesante, ¡muchas gracias! Yo, por ejemplo, no he podido sentir cierta antipatía por algunos autores causada por hechos narrados en sus novelas o la forma de ser de alguno de sus personajes. He dado por hecho que aquello era coherente con el autor, con su personalidad verdadera, y desde luego puedo equivocarme. Al contrario, en positivo, igual. Se me ocurre que para solucionar esto deberíamos leer sin conocer a los autores... aunque no creo que ellos estuvieran de acuerdo jajajjaa.
EliminarUn beso enorme, Paloma.
P.D: sí, el leguaje inclusivo es un coñazo. Hay discursos que se vuelven insufribles por eso mismo. De verdad se gana algo? Difícil pregunta...
Me recuerda a lo que le pasó al pobre Arthur Conan Doyle, que al final acabó devorado por Sherlock Holmes.
ResponderEliminarUn beso fuerte.
Pues la prota de mi relato no parece que lo lleve muy bien, así que espero que no le pase o que aprenda a tomárselo de otro modo :)
Eliminar¡Otro beso des-confinado para ti!
Que bonito relato y que verdad esconde. No, por supuesto que no eres una estafadora jajaja, sino que nos hacemos ideas equivocadas para bien o para mal de la gente que se expone públicamente, los convertimos en lo que nosotros deseamos. En fin espero que la protagonista aprenda a vivir con ello y se sobreponga.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo grandote.
Gracias, Mariola, me alegro de que te haya gustado :))
EliminarQuizás lo de estafadora sea un poco fuerte, pero es que la prota no lleva muy bien lo de perder su identidad propia en favor de sus textos cuando se trata de sus lectores. Yo creo que es un gaje del oficio, un precio a pagar por la profesión que ha elegido...
¡Lo mismo para ti, guapa! Espero que, si has salido, hayas disfrutado mucho.
Hola, Julia. Entiendo perfectamente a la protagonista. Pero me queda esta idea rondando la cabeza: ¿qué significa vivir una vida plena? Hay quienes piensan que eso se logra teniendo aventuras en la realidad, pero a nosotros eso no nos alcanza. Por eso recreamos situaciones que pocos podrían obtener de la realidad. Si eso no alcanza para lograr la plenitud, no sé qué decir. La variedad de sentimientos y situaciones por las que hacemos atravesar a nuestros personajes es no solo una vida, son muchas vidas.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué idea tan bonita de la plenitud, Mirna. Me sugiere que eres una mujer positiva que disfruta enormemente de su faceta de escritora. Efectivamente, cada uno puede tener un concepto diferente de cada cosa y yo, la verdad, prefiero el tuyo al que tiene la protagnista :)
Eliminar¡Un abrazo de vuelta para ti y mil gracias por la visita!
Una vez alguien me dijo que se escribe sobre lo que se ha visto, leído o oído,... y algunas veces sobre lo que se ha vivido. Lo has contado fantástico Julia!
ResponderEliminarMuchas gracias, Norte, ¡me alegro de que pienses así!
EliminarCreo que quien dijo esa frase tiene razón. Alguien sabio, seguro... :)
¡Un abrazo!
No hace falta haber vivido la experiencia, sino tocarla, sentirla, soñarla, imaginarla, creer que la estamos viviendo, y eso es los más mágico y creativo, leer al escritor desde su mundo imaginado y creado.
ResponderEliminarVolar con sus latidos, es lo más grande, porque nos olvidamos de la realidad para adentrarnos en las páginas del libro, qué manera mas bella de enriquecernos.
Como cuando he Leido tu relato, me ha encantado volver a leerte mi querida Julia en mi rinconcito y en el tuyo..Gracias por volver a escribir.
Te mando un beso enorme deseándote un feliz día de la madre.
¡Hola, querida María!
EliminarTambién para mí es un placer volver a "encontrarme" contigo por estos lares. Últimamente soy muy poco constante para esto de escribir, pero estoy haciendo propósito de enmienda :))
Las personas que tienen imaginación suficiente y talento como para transmitir lo que imaginan, para evocar incluso lo que desconocen, no necesitan experimentar en la realidad. Estoy totalmente de acuerdo contigo y no me extraña que pienses así porque, si no me equivoco, tú eres una de ellas.
¡¡Un beso gigante también para ti y feliz comienzo de semana!!
Lo más divertido de escribir una historia es que puedes ser otra persona, vivir en otro tiempo o en otro lugar, hacer cosas que nunca harías, comportarte sin tener que rendir cuentas, inventar mundos, situaciones y personajes. Somos estafadores por naturaleza en ese sentido, y en la medida en que seamos capaces de hacerlo radica parte del éxito. Llegar a crear la ilusión en el lector de que estamos contando vivencias propias es una muestra de buen oficio, aunque, como en el caso de la protagonista, podamos llegar a vernos a nosotros mismos como portadores de una vida aburrida en comparación con la de nuestros personajes. Lo has reflejado muy bien en este pequeño relato, Julia. Me alegra volver a pasarme por aquí, la falta de tiempo a veces nos limita mucho. Espero que todo vaya bien, un abrazo.
ResponderEliminarHola, Jorge :)
EliminarHas descrito a la perfección la esencia de lo que quería transmitir, de la idea que subyacía bajo lo aparente. Yo, como casi todos los que han comentado este relato, opino como tú: inventar y crear no es estafar, es buen hacer si te dedicas a escribir. Pero no puedo dejar de confesar que, alguna vez, he pensado que mostraba una faceta de mí que quizás daba lugar a engaños, que incitaba a pensar que soy cosas que en realidad no soy. No me caliento el coco con eso como la prota, pero de ideas así, aunque sean fugaces, también se puede sacar inspiración :))
A mi también me ha hecho ilusión "verte" por aquí, es cierto que hace tiempo que no nos "cruzamos". Todo bien, mil gracias por preguntar, aunque deseando terminar de mudarme y tener un poco de estabilidad. Ojalá que tú también estés genial y todo te vaya muy bien.
¡Un abrazo grande de vuelta!
Me ha gustado tu relato Julia y además me encanta leer lo que escribes. Es bueno crear personajes y vivir otra vida bien contada o bien inventada. La protagonista tiene miedo de pasar por la presentación del libro, es tímida. Y la verdad en que sentirte protagonista no es lo que más gusta a quien tiene que presentar una obra. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mamen, eres un sol. No todo el mundo tiene la capacidad de crear personajes o vidas alternativas a la propia, pero si es el caso y lo conviertes en tu oficio, no debes en modo alguno sentirte culpable. Mi protagonista, como bien dices, es tímida y los actos de promoción le suponen un esfuerzo. Quizás eso es lo que la ha hecho pensar de forma tan negativa...
Eliminar¡Un abrazo grande también para ti!
¡Qué buen relato, Julia! Para nada es una estafa de la autora, escribir es eso: crear personajes, lograr atmósferas que cautiven al lector, historias que los atrapen de comienzo al fin. Y esto no puede ser autobiográfico porque entonces no leeríamos más que un libro del mismo autor.
ResponderEliminarOtra cosa es que los lectores al conocer al autor/a en persona queramos elogiarle su obra, caer bien, y le citemos algún libro suyo, el que más nos ha gustado; pero yo dudo que este "lector" haya leído algo de la autora porque solo le habla de lo personal, vamos que parece querer ligar y no sabe cómo.
En el lugar de la autora me reiría por dentro, le firmaría el libro porque, al fin y al cabo, una tiene que comer y que le fuera bonito.
Un abrazo, Julia.
Qué interesante punto de vista el tuyo, María Pilar. Habría que escribir un relato paralelo en el que conociéramos las intenciones y verdadera forma de sentir del lector. Sería buenísimo que ella estuviera comiéndose el coco y en realidad él no quisiera más que ligar y su obra le importara un comino jajajaja. En serio, ¡me ha encantado! :))
EliminarYo nunca le he pedido un autógrafo a un escritor, pero estoy segura de que haría lo que tú dices, tratar de caerle bien y de animarle a pensar que todo lo que escribe es genial. Tendré que proponerme pasar por la experiencia alguna vez.
¡Un beso de vuelta, María Pilar!
Curioso relato!!! Yo mezclo muchas veces imaginación con experiencias propias, pero alguna vez, después de publicar algún relato en el que el protagonista estaba deprimido me han preguntado si estaba bien.
ResponderEliminarSolo tengo firmado un libro por un autor consagrado, Albert Espinosa, y fue curioso porque le dije la verdad mientras lo firmaba: Es el primero tuyo que me leo, espero que valga la pena... y la valió!!
Hola, David. Hace siglos que debí haberte contestado a este comentario, mis disculpas, pero he estado "missing" del mundo bloguero una larga temporada.
EliminarYo creo que es bonito que tus lectores se preocupen por tu estado de ánimo al escribir sobre ciertas cosas, a mí también me pasa, pero no puedo dejar de preguntarme si creen que todo lo que publico es autobiográfico. Y la verdad, me da un poco de miedo... Pero supongo que no hay que dar explicaciones, sino alegrarse de que uno ha resultado creíble :))
¡Un abrazo!
Muy interesante Julia, esa confusión mucha veces interesada entre el escritor y el personaje, igual que atribuir opiniones y experiencias al autor. A veces me pregunto el motivo por el que se hace esa atribución al escritor, era algo que me sorprendía mucho al principio del blog, especialmente cuando utilizaba la primera persona y se daba por supuesto que hablaba de mi. Me acostumbré y aunque ninguno de mis relatos hablaba de mí si que tienen algo propio porque cuando los escribes forman parte de ti.
ResponderEliminarUn beso
Hola, Conxita! Lo primero disculparme por la gran tardanza en contestar a tu comentario. Supongo que sabes que me he mudado de ciudad una vez y de casa dos, así que he estado "un poco" ocupada :))
EliminarCreo que has dado en el clavo: aunque no escribamos exactamente sobre nosotros, siempre hay algo propio en los textos que inventamos: una sensación, un sentimiento, una experiencia, una ciscunstancia, una vivencia, alguien que conocemos... Luego todo eso queda tamizado por la ficción, pero ahí está siempre el poso. Como le decía a David, es reconfortante resultar creíble, aunque al principio nos extrañe un poco que el lector pueda pensar que todo es autobiográfico.
Un beso enooorme, guapa, espero que estés genial.
No sé si he sido yo misma todo el tiempo hasta ahora, pero de aquí en adelante me propongo dimitir de mí. Seré solo instrumento, lanzadora de palabras e historias al viento...
ResponderEliminarYa lo dijiste!
Y la verdad es que estafas tan bien como que una droga atrapas.
Besos Julia!
Ainssss Miguel Ángel, que comentario más bonito :)) No tengo perdón por haberme retrasado tantísimo en contestarte, pero he estado en estado de "pausa" una larguísima temporada y espero de corazón que sepas disculparme.
EliminarSolo puedo añadir que si de verdad fuera una droga, me encataría tener montones de adictos como tú :))
¡Un abrazo enorme a las puertas de la Navidad!
¡Hola, mi querida Julia!!
ResponderEliminarQue relato tan bien estructurado, corto y con mucho significado. Has hecho que vea como tu protagonista se adueña ella misma de su propia imaginación haciéndola suya, de ahí, que se pone en el papel creado y eso además de su timidez...hace que sienta que vean en ella a uno de sus personajes. Nada mejor, o peor, que creerse algo que no se es, para que los demás también lo crean. ¡Fíjate si es grande la imaginación! y el poder mental.
Lo bueno de escribir, radica principalmente en la creatividad, aunque sea mezcla de realidad y ficción. Esa "estafa" que para nada lo es a no ser que se crea en ella, como parece que le pasa a la chica. ¿Sabes donde suele pasar bastante eso?; con la poesía.
Excelente relato, Julia, también porque abres en él una idea sobre el escritor/a que muchos lectores tienen sobre ellos, y más importante, que quienes escriben nunca deben dejarse implicar ni siquiera por las opiniones ajenas. ¡Viva la creatividad! Y la firma de un libro no es moco de pavo, jaja.
Se me había pasado por alto leer este relato, y he disfrutado un montón, espero que muy prontito pueda leerte más. Un placer saberte bien, preciosa.
¡Un abrazo de fin de semana!
Hola, queridísima Mila :))
ResponderEliminarFíjate qué influencia tan grande eres para mí que he venido al blog a contestar los comentarios pendientes de hacía meses (muy mal por mi parte, lo sé) al recibir el tuyo. No sé si voy a salir ya del estado de "pausa", pero la verdad es que me ha hecho mucha ilusión este reencuentro virtual con algunos de vosotros y el gusanillo está mucho más despierto que antes jajajaja.
Respecto al texto, es cierto que hay que creerse lo que uno escribe para poder transmitir con credibilidad, pero luego hay que "desnudarse" y quitarse la piel de nuestros protagonistas cada vez. Si no, es posible que acabáramos mal de la cabeza :P Yo nunca he creído ser ninguno de mis personajes, pero me lo he pasado bomba viviendo sus vidas y quizás he deseado ser un poco como alguno de ellos. Eso sí, de firmar libros nada de nada jajajaja.
Un millón de gracias por haber venido, antes o después no importa, tu visita siempre me hace mucha ilusión.
¡Un besazo enoorme!
!Hola Julia!
ResponderEliminarAprovecho la ocasión para enviarte un fuerte abrazo y desearte todo lo bueno que mereces y tu corazón anhela. He estado por escribirte pues siempre te pienso con cariño y te extraño, lo importante es que estés bien y todos los demás también.
Que bueno que siempre acostumbro a marcar la casilla cuando comento para recibir el aviso y esta la dejé vigente, así vi el comentario de Mila y me dije, seguro le contesta, y así fue.
Cuidate mucho amiga, ya te escribiré, besos.
¡¡Hola, querida Harolina!! Qué gran alegría tener unas letras tuyas, y más porque, como siempre, vienen cargadas de buenos deseos. Yo también me acuerdo muchas veces de ti, y sobra que te diga que siempre es con una sonrisa en los labios. Llevo mucho tiempo totalmente desconectada del mundillo bloguero, ya lo sabes, pero no me olvido de las personas con las que tanto y tan bueno he compartido.
EliminarAhora ya llevo dos meses instalada definitivamente y, aunque tengo mucho que hacer todavía, creo que pronto podré dedicar parte de mi tiempo, de nuevo, a estos menesteres literarios que tanto nos aportan :)) Como dice Mila tan intuitivamente, cree que el momento está cerca jajajaja.
Te dejo un abrazo inmenso y mis mejores deseos para ti y los tuyos. Hasta muy prontito, querida.