Pesadillas de altura
Debo confesar que al principio me
irrité bastante y que incluso estuve un poco grosera: algunas palabras
malsonantes acudieron a mi boca, en contra de mi costumbre, y hasta un gesto muy
desafortunado con el dedo corazón de mi mano derecha salió a relucir. Hay que
ver lo fácil que es que algunas contrariedades nos hagan perder los nervios.
Estoy muy arrepentida, la verdad, y lamento mucho haberme puesto así.
Al principio pensé que me había
equivocado de planta. No sería tan raro después del cansancio de un viaje
largo, de cargar con los mil bártulos de las vacaciones de un lado a otro y del
sueño atrasado. Fue cuando comprobé sin lugar a dudas que estaba ante mi puerta
cuando tuvo lugar la pequeña crisis que os he mencionado.
Ya lo creo que era mi
puerta, y mi casa, solo que alguien había cambiado la cerradura y la llave que
yo me empeñaba en meter no encajaba. ¿Qué haría ahora? Pues lo habitual, supongo: llamar al
timbre (sin éxito), llamar a la policía (con menos éxito aún), dejar mis
pertenencias en casa del vecino que me espiaba por la mirilla e ir a poner una
denuncia al juzgado de guardia.
Así contado todo suena muy
estresante, muy “catástrofe”, pero si os cuento esta historia es para que veáis
que todo en esta vida tiene arreglo y que cualquier situación, por complicada
que parezca, puede resolverse con bien.
El caso es que esa noche, una vez
llevados a cabo todos los trámites legales pertinentes a mi alcance, me quedé a
dormir en el rellano. No tenía otro sitio al que ir pero sí la esperanza de que
en algún momento el nuevo morador de mi vivienda se dignara a salir y
pudiéramos hablar. Hice bien en montar guardia.
Sobre las seis de la mañana y tras
el inconfundible sonido de dos vueltas de llave que descorren un cerrojo, asomó
Mariela. Era joven, calculé que andaría por los treinta, y bastante más alta
que yo. Una mata de pelo rojo le caía en cascada por los hombros y, aunque no
era guapa, tampoco resultaba desagradable a la vista. Ante mi perplejidad y con
un gesto presuroso, me indicó que pasara.
Las cosas no estaban exactamente
como yo las dejé, algunos muebles aquí y allá estaban cambiados de sitio, y
quedaba claro que la limpieza no era el punto fuerte de mi okupa. Sin embargo
el café que me sirvió estaba realmente bueno, normal por otro lado teniendo en
cuenta que me lo había traído un amigo desde el mismísimo Brasil hacía menos de
un mes.
Cuando Mariela comenzó a hablar noté
cómo las paredes de mi aprensión se expandían un poco y me dejaban respirar al
fin.
─Verás, esto va de la
siguiente manera ─su voz
era inesperadamente cantarina y jovial─. Al final me voy a tener que ir de tu casa, ya lo
sé, pero no será hasta dentro de un año o más. Con suerte para mí bastante más,
que yo de esto sé y me conozco todos los trucos. En ese tiempo tú vas a tener
que gastar un dinero que quizás no tengas en abogados y procuradores, por no
mencionar que tendrás que seguir pagando la comunidad, el agua, la luz, el IBI,
etc. si no quieres tener problemas añadidos. Además, como es natural, tendrás
que buscarte otro alojamiento. No creas que lo veo bien, es una faena, pero
como te digo es lo que hay. Aunque podríamos hacer un trato que te lo hiciera
todo más llevadero…
Ahora la luz del ventanal incidía directa sobre su
melena incendiándola. Me miraba fijamente a los ojos, creo que estudiando mi
reacción, y sus treinta años se convirtieron, durante unos instantes, en todos los
que tiene el diablo. Muy a mi pesar no pude dejar de envidiar su claridad de
pensamiento, su resolución, su seguridad en sí misma. Con un hilo de voz,
después de tragarme el último bocado de magdalena, conseguí preguntarle qué me
proponía exactamente.
─A ver,
tú haz lo que tengas que hacer, que yo no te quito tu razón, pero si quieres
puedes vivir aquí por solo cuatrocientos euros al mes, ¡es una ganga! La comida
aparte, claro. Los recibos, como están a tu nombre, son cosa tuya. Ah, y yo me
quedo con el dormitorio grande que ya lo tengo a mi manera y me da pereza
cambiarme. Vivimos juntas pero yo no me meto en tus cosas ni tú en las mías. Puede
funcionar, ¿no?
Estuvimos hablando un rato más y acordando pequeños
detalles de convivencia que nos comprometimos a respetar. Mi cuarto de costura
sería a partir de ese momento su taller (Mariela se dedicaba, cuando estaba
inspirada, a elaborar pequeñas piezas de bisutería de bastante buen gusto, debo
decir, que luego vendía en mercadillos) y a cambio ella sacaría a su perro del
cuarto donde yo despachaba el trabajo que a veces me traía a casa. Lo demás
fueron pequeños flecos que pudimos resolver sin mayores problemas. Estaba un
poco desconcertada pero quería ser optimista y pensé que igual hasta me
acostumbraba a la compañía de Mariela y acababa por alegrarme de tener una
okupa en casa.
La voz de la azafata, melosa y entrometida, me
despertó sin consideraciones. Estábamos a punto de aterrizar y había que
abrocharse los cinturones y recoger las bandejas portaobjetos.
De repente no veía la hora de llegar a casa y probar
suerte con la llave…
Julia C. Cambil
Jajaja ¡Qué locura! Me empezó a parecer muy surrealista cuando la protagonista acepta la propuesta de Mariela, pero ya luego lo entendí todo. Como siempre, genial. Admiro tu imaginación.
ResponderEliminarUn besito.
Muchas gracias, Noelia. La verdad es que mi intención era escribir un relato en serio pero el tema me pone tan de mal humor que preferí darle un giro algo más amable. ¡Eres un encanto por estar siempre ahí apoyándome! :)
EliminarUn beso y feliz finde.
Pues a pesar del título, has conseguido engañarme... Me encanta el tono en que has narrado la historia. Un relato genial.
ResponderEliminarQué bien que te cogí por sorpresa, Marta. Odio ser previsible... también cuando escribo :DD
EliminarMuchas gracias, a mí me encanta tenerte aquí y que disfrutes con los relatos.
¡Un beso!
Qué bueno, Julia. Ya sin que fuera un sueño, sería buenísimo, pero esa última vuelta de rosca lo hace genial.
ResponderEliminarQué imaginación. Yo pensaba que la iba a ofrecer compartir la vivienda, pero que se atreviera a cobrar alquiler, me parece un detalle impagable.
Me ha gustado muchísimo. Enhorabuena.
Un beso.
Muchas gracias, Rosa, ¡me has dejado la autoestima por las nubes!
EliminarLa verdad es que se oyen tantas cosas y tan absurdas sobre los okupas, que tratándose del tema cualquier cosa podría ser cierta. Aunque bueno, creo que cobrarle alquiler al dueño quizás sea demasiado jajajaja.
Menos mal que es un sueño, y seguramente elegí ese final porque es un tema que me preocupa y me indigna de verdad. Era una forma de quitarle hierro.
¡Me alegro infinito de que te haya gustado!
Un besito y feliz finde, guapa.
Todo me hacía suponer que ibas a narrar la historia de una okupa peculiar en trato y cortesía y además la prota contenta y todo con los acuerdos establecidos. Pero una vez más me sorprendes con el final pese al título del relato que ya se entreveía.
ResponderEliminarUna pesadilla entretenida y bien narrada, julia. Lástima de la azafata ¡que oportuna! jajaja.
Esta historia bien la podías ampliar desde el mismo sueño, tiene toda la pinta de que okupa y casera tienen mucho y bueno que decir desde tu genial perspectiva, además, hay sueños muy significativos.
Un placer pasar un rato tan agradable en la compañía de tus letras y en tu casa, amiga.
¡Un beso con cariño!
Como siempre me encanta tu perspectiva amable y bienintencionada, Mila. Si hay alguien que puede ver lo bueno de cualquier persona y situación, sean las circunstancias las que sean, eres tú :)
EliminarNo eres la primera lectora que me anima a seguir escribiendo sobre esta "locura" de relación entre las protagonistas. Confieso que no lo había pensado, pero es una tentación. Daría para tantos absurdos... jajajjaa. También confieso que yo no me lo tomaría ni la mitad de bien si encontrara mi casa okupada al volver de las vacaciones, y por nada del mundo me gustaría que este relato fuera una premonición. ¡Quita, quita! jajajaja.
Gracias mil por tus palabras, por la visita y por estar siempre.
¡Besitos de finde, preciosa!
ja,ja,ja, me ha encantado Julia y al paso que vamos, -si es que no hemos llegado ya- lejos de ser un sueño, tu relato tiene mucho de realidad. Lo del alquiler supongo que sería demasiado en la vida real, es que es muy bueno :-), pero desde luego que se dan caso de okupas que se ofrecen a abandonar la vivienda por 10.000 eurillos de nada....
ResponderEliminarGenial relato, ole por tu creatividad. Besos y a por el próximo!!
Muchas gracias, Miguel, por tu comentario veo que es un tema que también te "llama la atención", por decirlo finamente. Se oye cada cosa en los telediarios que uno tiene que comprobar el calendario para ver que no el día de los inocentes. Seguramente porque el tema me indigna es por lo que mi relato tiene cierto tono de guasa, ¡es terapia pura! jajajaja. En cualquier caso me alegro de que te haya gustado. A ver si aprueban y llevan a cabo los cambios oportunos en la ley. A más de un político "buenista" le mandaba yo unos pocos okupas, para que sepa de lo que habla :P
EliminarUn beso grande y que disfrutes mucho de tu finde :))
¡¡Menudo sueño!! Parece de los míos, jajaja
ResponderEliminarFíjate, a pesar del título me parecía tan real que no creí que se tratara de un sueño, me has tenido engañada hasta el final.
Un relato estupendo y super entretenido.
Mil besos
Si la reina de los posts entretenidos dice que éste está bien, yo ya feliz como perdiz. ¡Muchas gracias, Chari!
EliminarTuve muchas dudas con el título porque no quería dar demasiadas pistas pero ya ves, al final os pasó un poco de largo y no me vísteis venir. Me apunto uno jajajaja.
¡Muchos besos, guapa! Que tengas buen finde.
Jo, desde luego es una situación embarazosa pero que ambas han llevado con elegancia y practicidad, je, je, je... Creo que la situación es muy potente y podría dar lugar a muchos enredos como aquella historia de las parejas de hace unos meses. ¡Así que no te cortes! Una narración que se devora línea a línea. Un abrazo, Julia!!
ResponderEliminarMe alegro infnito de que te haya gustado, David. Me temo que yo no sería ni tan elegante ni tan práctica como mi prota, pero está bien poder llegar a imaginarlo siquiera jajajjaa.
EliminarTendré en cuenta lo que me dices sobre sacarle más jugo a la situación. Como tantas veces me pasa, sois los lectores los que me ponéis las pilas. A ver si las musas están por la labor y las vacaciones no me secan del todo las neuronas :))
Un abrazo también para ti y muchas gracias por venir.
Uf qué susto me has dado Julia!!!!
ResponderEliminarCreo que hoy has traído un relato de absoluta actualidad que has sabido titular a la perfección. Desde luego, éste problema sólo se va a solventar cuando cambie la Ley, mientras tanto, lo mejor es pertrecharse o, en el mejor de los casos, tomárselo con la mayor deportividad posible. Ahora bien, yo le doy un guantazo a la pelirroja, que se le quitan las ganas de dormir en mi cama desde el minuto uno.
Un besote
Ya lo creo que es un tema de actualidad, Macarena. Si no por los telediarios sí de primera mano, todos conocemos algún caso de okupación y la verdad es que a veces una no entiende que la ley defienda al que ha cometido un delito por encima de los derechos del propietario de la vivienda. Creo que ya hay un cambio previsto en la ley para que, en el caso de particulares (bancos y fondos de inversión quedan excluidos) el desalojo sea más rápido. Veremos si se aprueba y si de verdad funciona.
EliminarCompruebo que tu paciencia no tiene nada que ver con la de la prota de mi relato pero, ahora que no lee nadie, te diré que ella solo actúa. En el fondo haría exactamente lo mismo que tú dices :DD
¡¡Un besito grande y muchas gracias por venir!!
Seria bueno, que el blog tenga traductor de idiomas, así se lee en otros idiomas, y contar con la posibilidad de compartirlo en otras redes sociales. A la vez, también seria bueno, que los lectores puedan seguir tu blog en google.
ResponderEliminarHola, David, y bienvenido a este blog :)
EliminarEl traductor no se me ha ocurrido ponerlo nunca en ninguno de mis blogs, no pensaba que nadie fuera a querer leerme usándolo, pero tomo nota.
Respecto a compartir en otras redes sociales, se puede, pero la opción solo está disponible en "la portada" de cada relato (arriba a la derecha). Por alguna razón que no he podido averiguar, no consigo que en esta plantilla de blogger aparezca al finalizar cada texto (igual que no he conseguido poner pestañas aunque ya las tenía sin problemas en mi anterior blog).
Para seguir mi perfil en Google o para seguir el blog concretamente, sí están activadas las opciones, solo que no salen a menos que abras el menú cuyo simbolito aparece arriba a la izquierda. En pantallas de ordenador queda a la vista, pero desde móviles hay que abrirlo expresamente.
Lo cierto es que prefiero la plantilla que usaba en mi anterior blog porque las nuevas, como ésta, de blogger, se me dan regular :DD
Un millón de gracias por leerme y por las observaciones que presupongo haces con el propósito de echarme una mano.
¡Un saludo!
Sí que es una pesadilla. Un saludo
ResponderEliminarAsí es, Susana. Espero que nunca nos toque saber de primera mano qué se siente al enfrentarse una a esta situación :(
EliminarUn saludo también para ti y muchas gracias por leerme.
A medida que leía me ponía en la piel de tu protagonista y me incendiaba imaginándome esa situación tan surrealista pero que podría llegar a ser real. He pensado muchas veces en encontrarme con okupas en mi casa tras la vuelta de las vacaciones y lo injusto y absurdo que resulta que el propietario legítimo tenga que recurrir a jueces y abogados para echar a la calle a quien se ha metido en su vivienda ilegalmente y esperar meses o años a que se resuelva el caso favorablemente . Verdaderamente es una pesadilla de la que, afortunadamente, tu protagonista ha despertado. Has descrito la situación con una gracia (tener que acordar las condiciones de convivencia con la ladrona de hogares tiene su miga, jeje) que me ha hecho disfrutar del texto a pesar de lo negativo de la situación. Un abrazo, Julia.
ResponderEliminarTantas cosas se oyen últimamente sobre el tema, Josep, que creo que a todos se nos ha pasado por la cabeza la posibilidad de encontrarnos okupas en nuestra casa. Es absolutamente demencial que, si se da el caso, ellos de queden dentro y tú fuera pagando todas las facturas. Supongo que esto sucede porque ningún político se ha visto en la situación, si no ya lo habrían arreglado.
EliminarSi te digo la verdad tenía miedo de poneros tan de mal humor con la historia que no pudiérais disfrutar. Por eso recurrí un poco al humor e hice que la prota se lo tomara todo tan bien. ¿Quién necesita un berriche, verdad? jajajajjaa.
Me alegro mucho de que te haya gustado, honor que me haces :))
¡Un abrazo grande y feliz domingo!
Has creado un buen relato Julia C. Nos has tenido en un vilo con todo este tema que hay gente que se encuentra con okupas en su casa. Yo conozco un caso que el okupa fue el hijo y echó a los padres de su casa cuando volvieron de las vacaciones. Lo gracioso es que esta okupa negociaba una renta a la dueña por compartir el piso. Menos mal que era un sueño. ¡Muy bueno! Un abrazo.
ResponderEliminarQué fuerte ese caso que comentas, Mamen. Si ya es terrible que te encuentres a un extraño dentro de tu casa sin tu permiso, no consigo ni imaginar lo que tiene que suponer que sea tu propio hijo el que te niegue la entrada. Como suele decirse, ¡vivir para ver!
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado el relato. Ya ves, a Mariela le sobran cara dura y desparpajo... al menos en este sueño :)
¡¡Un beso, que tengas buen domingo!!
Originalidad no le falta a este cuento, que empieza con una historia de ocupas, pasa a un surrealismo propio de una película del mismo José Luis López Vázquez, aunque te has preocupado de introducir elementos que la hacen plausible, y termina sacándonos una sonrisa. Muy ingeniosa la argumentación de la okupa que hace gala de una lucidez envidiable y que parece que va a hacer buenas migas con la protagonista. Buen relato Julia. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, Jorge, ¡me alegro de que te haya gustado! La verdad es que se oyen últimamente tantas cosas sobre este tema y que parecen tan increíbles, que por un poco más... :))
EliminarUn abrazo grande también para ti.
Joder que angustia Julia!,... Norte comenzó a fibrilar solo con pensar que eso le puede ocurrir en cualquiera de sus viajes jajajaja
ResponderEliminarMe ha encantado,... buen fin de semana!
Bueno, Norte, ya sabes que ahora hay puertas antiokupas, lo mismo si viajas mucho es cosa de informarse... jajajaja. Es broma, seguro que no vas a tener tan mala suerte :)
EliminarSiento la angustia, prometo que la próxima vez escribo sobre algo que nos altere menos a todos :P
¡Un abrazo y muchas gracias por venir!
que buen relato Julia..muy original...me quede pegada al ordenador jajaja
ResponderEliminarBuen fin de semana guapa!
besitos
¡Holitas, Jely!
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado. Creo que es un tema que nos llama la atención a todos, aunque la realidad, para el que le toca, sea algo menos amable que el relato. Muchas gracias por leerme :))
Besitos también para ti, que disfrutes lo que queda del domingo.
Julia que historia tan espeluznante, ja, ja, yo ya estaba molesta con la dueña, no con la ocupa por parecer tan mojigata, caray no se si tenga la suficiente calma para resolver algo así, especialmente por la forma tan descarada en que lo narras, suerte que era solo un mal sueño, al menos, eso espero, ja, ja.
ResponderEliminarEstas cada vez mas increíble ingeniosamente, y si que pones a prueba nuestro carácter.
Gracias por el mal momento fugaz y luego las risas mas largas, ja, ja.
No sé de qué me extraño, Harolina... ¡solo tú podías enfadarte con la dueña por mojigata! jajajajaja. La verdad es que tienes razón, pareciera que no tiene sangre en las venas porque lo que es yo, no me lo tomo así de bien.
EliminarPuffff es un tema peliagudo que aquí en España está tomando un cariz de absurdo total. No creo que nadie entienda que la ley proteja al que te echa de tu propia casa para vivir él gratis... En fin, esperemos que no nos toque nunca vivir algo así.
Gracias a ti por tus elogiosas palabras, ¡me suben el ánimo! Este será de los últimos relatos que publique antes de irme de vacaciones, pero me voy contenta.
Un fuerte abrazo cargado de cariño, amiga.
Me has dejado preocupada Julia y ¿si es premonitorio? Buff deseando que llegue a casa.
ResponderEliminarDesde luego el relato es muy bueno, original y con desparpajo cuenta una situación indignante que cada vez se da más y que preocupa a los ciudadanos pero no a los políticos a los que como bien dices se les tendría que instalar uno en su casa. Hay una auténtica mafia de caraduras apropiándose de lo que a otros les ha costado tener. Escuchaba hace unos días que hay hasta okupaciones a la carta, se dice el piso que apetece y lo ocupan, brutal. Y conocido es el caso de una propietaria en mi ciudad que tuvo que reservar su piso a través de una plataforma de alquiler de apartamentos turísticos y okuparla después de llevar meses denunciando la okupación y negocio de su vivienda. Impresionante y no se hace nada. Bufff me indigna.
Quizás le cambiaría el título al micro para que no fuera un poco "spoiler" del relato y como decían otros compis esa situación surrealista entre la caradura y la propietaria puede ser fuente de inspiración.
Felicidades.
Besos
Hola, Conxita :)
EliminarEs imposible que este tema no nos indigne. Yo no sé de qué año es la ley que se aplica en el caso de las okupaciones, pero seguro que de una época en que la gente no tenía esta cara tan dura y tan poco respeto por la propiedad privada. Como en tantos temas, se tiene que actualizar (está en vías por lo que tengo entendido) y, sobre todo ciertos políticos, tienen que dejar de "victimizar" a los okupas, como si los perjudicados fueran ellos y los delincuentes los propietarios. A más de uno y una les daba yo un buen escarmiendo, a ver si eran entonces tan tolerantes y tenían tan buen rollito con los okupas. En fin, mejor no seguir porque me voy irritando por momentos...
Yo también espero que el relato no sea premonitorio, ni para la prota ni para ninguno de nosotros. Y respecto al título, tienes toda la razón, pero estuve barajando posibilidades y ninguna me convencía. Luego pensé que incluso sin estar dormida encontrar tu casa akupada ya era de por sí una pesadilla, y dejé ese como una especie de redundancia.
Muchas gracias por venir y por tu enriquecedor comentario :))
¡Un beso grandey feliz domingo!
Me has sacado una gran sonrisa. Que agradable lectura Julia y que locura jajaja. Saludos.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado, Frank. Con esa sonrisa ya me doy por pagada después de haber escrito el relato :))
Eliminar¡¡Un saludo y que vivan las locuras!!
Pues menos mal que era una pesadilla, porque ese apaño que iba a tener a mí me pareció un trato con el diablo y esos siempre acaban mal para el más inocente.
ResponderEliminarLa lucidez de Mariela es perfectamente comprensible pues se basa en la impunidad en la que viven los sinvergüenzas que se ven amparados por unas leyes de mier.. Perdona el exabrupto, Julia, pero estas cosas, que ocurren con más frecuencia de la que creemos, me encienden y hago el mismo gesto que tu protagonista con el dedo corazón.
Buen relato y ese sarcasmo me ha parecido genial como forma de denuncia.
Mándaselo a algún juez.
Un besote, guapa. Buen lunes.
Te entiendo perfectamente, Paloma, y creo que el exabrupto está más que justificado, igual que el gesto con el dedo corazón. Vamos, que los suscribo convencida jajajaja.
EliminarYo creo que las leyes están como están, de parte del okupa, porque nadie podía imaginarse que se diera una situación similar en la sociedad y con la frecuencia actual. El código penal no está preparado, como en tantas cosas, para hacer frente a este tipo de comportamientos "novedosos" y los jueces hacen lo que pueden con las herramientas legales que tienen, que son muy pocas. El relato tendría que mandárselo a los políticos, a ver si espabilan y hacen algo al respecto. En fin...
¡¡Un beso grande y feliz comienzo de finde!!
¡Vaya Julia! Situación tan surrealista pero a la vez tan posible hoy en día, que me debato entre reírme o reflexionar, creo que optaré por lo más práctico, la risa, jajaja.
ResponderEliminarLo cierto es que me ha encantado el relato, como poco a poco la protagonista ve que se convierte en una extraña en su propia casa teniendo que negociar las condiciones para quedarse. Menos mal que al final todo parece un mal sueño...
Genial, guapísima, me encanta leerte.
Un besazo Julia.
Muchas gracias, querida Ziortza. A mí me encanta tenerte aquí y conocer siempre tus impresiones :))
EliminarHaces muy bien en optar por la risa, ¡eso siempre sale rentable! Es verdad que la situación actual en este tema tiene bastante poca gracia, pero preocuparse sin razón tampoco ayuda a mejorar las cosas. Además, todo ha sido un mal sueño... un alivio hasta para mí jajajaja.
¡¡Un besazo gigante y feliz comienzo de finde, encanto!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Pero qué bueno, Julia! Era tan esperpéntico estar escuchando a alguien que tienes que pagarle por vivir en tu casa mientras intentas tragarte una magdalena jajaja... Escribes como los ángeles (me ha encantado la expresión "las paredes de mi aprensión se expandían un poco"), con fina ironía y en su punto de humor.
ResponderEliminarBien pudiera haberse tratado de un caso real, como los que a veces oímos en la tele. De ahora en adelante, cuando vuelva de un viaje y mientras pongo la llave en la cerradura, me acordaré de ti y de tu relato ;-)
Un abrazo muuuy fuerte.
Ainsssss muchas gracias, querida Chelo. Con comentarios como éste se me ponen revolucionadas las mariposillas del "estómago creativo" y las musas aplauden como locas jajajaja. Eres un encanto.
EliminarTienes toda la razón: la situación, tanto ficticia en el relato como cierta en la vida real, es esperpética. Yo lo que espero es que ninguno de nosotros tengamos que comprobar nunca si podríamos tener la misma calma que la prota en un caso similar. Tú viaja traquila y acuérdate de mí solo cuando te lo estés pasando bien, ein?
¡¡Un besazo gigante y feliz finde, guapa!!
jajaja qué bueno Julia!! Lo mejor de tus relatos es la capacidad que tienes de describir la incertidumbre humana, y lo cercanos y creíbles que son todos tus personajes. Menos mal que fue un sueño, sino ya veo a la pobre protagonista compartiendo piso con Mariela, y autoconvenciéndose de que no está tan mal.
ResponderEliminarAun así, ha despertado del sueño con esa sensación de quien no se acaba de fiar jajaja
Me ha encantado!!! Un besote guapa!! :)
Menudo piropo, María, ¡muchísimas gracias! :))
EliminarYo creo que la pobre prota, entre que no parece tener mucho carácter y que es más práctica que visceral, está sopensando la posibilidad de aceptar el trato. Una locura auténtica, aunque no lo es menos que alguien se meta en tu casa por la cara y encima la ley le ampare a él en lugar de ampararte a ti.
Bueno, menos mal que todo ha sido un sueño :P
Un beso enorme, ¡me alegro mucho de que te haya gustado!
No soy el único que tiene esos sueños. Me encantó. Gracias por publicarlo en comunidad Google+ RincónDeLetrasYBohemia
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado, lean. Gracias a ti por darnos la oportunidad de compartir en la Comunidad y por haberte acercado a leer.
Eliminar¡Un saludo!
Ay, acabo de descubrir un fallo terrible en mi comentario. Donde dice "la iba a ofrecer" tiene que poner "le iba a ofrecer". 😌😌
ResponderEliminarTú no te preocupes, Rosa, aunque ser perfeccionista te honra. Si no lo llegas a decir seguro que ni nos fijamos :))
Eliminar¡Un beso grande!
¿Extraño? Yo diría que un completo disparate jajajaja. Si alguien se instala a vivir en mi casa por la cara, antes de negociar nada lo pongo a caldo. Pero en fin, para eso escribimos, para ser otras personas diferentes :)) A saber qué acuerdos habías tú pensado, me dejas con la intriga.
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegro de que te haya gustado. ¡Un abrazo grande también para ti!
¡Por Dios!!! Qué susto he tenido en el cuerpo! Has pintado una situación tan surrealista que por momentos he hablado y todo... cómo??podría pasar??
ResponderEliminarJajajaja menos mal que me has hecho despertar.. ufff y la azafata me ha alegrado y todo jejeje
Muy buena imaginación Julia.
Un abrazo grande y feliz semana guapa.
Yo creo que la voz de la azafata ha sido un alivio hasta para mí jajajjaa. Situaciones como ésta me indignan profundamente y la única forma de evitarme la úlcera de estómago era ponerle humor y un toque de absurdo. Esperemos que no tengamos que comprobar nunca si esto podría llegar a pasar :DD
EliminarMe alegro de que lo hayas encontrado imaginativo, ¡muchas gracias, guapa!
Un besito y feliz comienzo de finde.
Sorpresa!!!!! Tanto al principio como al final. La verdad es que la situación es difícil de asumir, aunque no descabellada. Esas cosas están a la orden del día, aunque dudo que alguien sea capaz de llegar hasta ese punto...
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Al paso que vamos, David, cualquiera sabe. Si la lógica no funciona en estos casos y te tienes que conformar con que tu casa se la quede otro temporalmente, lo mismo empezamos a reaccionar de un modo tan pasmoso como la prota. En cualquier caso te doy la razón, es demasiado jajajaja.
EliminarMe alegro de que te haya gustado, ¡muchas gracias!
Un abrazo y buen finde.
Qué buen relato Julia, :)
ResponderEliminarFíjate que hasta la he llegado a admirar, ¡eso sí que es tener las ideas claras!
Pero que mal sabor de boca, que le pase a uno, y toda la razón; si al final logras desembarazarte del problema te habrás gastado un dineral. Problemones a parte, lo he disfrutado mucho, mucho. Me has arrancado más de una sonrisa.
Un beso, y feliz fin de semana.
Bienvenida, Irene :))
EliminarMe alegro mucho de haberte hecho sonreir. La única forma de tomarse este asunto es con sentido del humor porque si no... Esperemos que sea solo ficción para todos nosotros, ¿no? De todas formas y puesto a elegir, yo también prefiero una okupa de ideas claras y tan resuelta como Mariela. ¡Si hasta parecía aceptable su propuesta! jajajjaa.
Un beso enorme también para ti, ¡que disfrutes del finde!
Me gusta lo que escribiste
ResponderEliminarme gusta el diálogo personal que tenés con cada uno de nosotros
Se el tiempo que le dedicas a esto y eso me parece maravilloso...
escribir es para mí también un pastiempo mágico
Hola, Mucha, ¡bienvenida!
EliminarMe alegro de que compartamos la magia de las letras y del compartir con los compañeros el fruto de nuestra inspiración. Contestar los comentarios me gusta, aunque a veces me cueste trabajo encontrar el tiempo; creo que son muy enriquecedores y que se aprende mucho con ellos.
Feliz de recibir tu visita y de que te gustara el relato, muchas gracias por venir.
¡Un beso y feliz finde!