Amor fraternal
Mila y Tania eran mucho más que
hermanas: eran las mejores amigas. Habían tenido una infancia difícil y eso
unió sus corazones con el cemento bien asentado del consuelo mutuo. Por pura
necesidad y a falta de otra cosa a la que agarrarse en los tiempos difíciles,
se convirtieron la una en el único refugio de la otra.
Su padre las había abandonado cuando
apenas contaban seis años, dejándolas a ellas y a su madre sin el necesario
sustento económico. No había más familia a la que recurrir y de aquella pérdida
derivó otra más inesperada y, si cabe, más dolorosa. Resultó que la única
progenitora que les quedaba, a fuerza de llorar y hacer horas de trabajo para
sacar adelante a la familia, se transformó de ángel cariñoso y paciente en
mujer de carácter terriblemente amargo. Las chicas crecieron, porque a esa edad
no se puede hacer otra cosa más que avanzar, robándole risas a la pena y
cuchicheos bajo las sábanas al silencio gris en que se sumió la casa.
Apenas tuvieron la edad suficiente entraron
en el taller de Doña Petra para aprender el oficio de costureras. Nadie les pidió
parecer, era lo que su madre había dispuesto y no se atrevieron a discutir para
no contrariarla.
Mila se había convertido en una jovencita
tímida pero risueña que ponía todo su interés en hacer bien las cosas que le
mandaban. Era la docilidad personificada, la alumna que toda profesora pudiera
desear. No resultaba especialmente hermosa, es cierto, pero lo límpido de su
mirada verde agua y su bondad rezumante tenían el poder de encandilar. En
realidad carecía de ambiciones y consideraba que aquel futuro que se le ofrecía
era tan bueno como cualquier otro. Podría ayudar con el salario a su madre,
quizás ahorrar un poco para su ajuar y llegar a convertirse en una mujer “como
dios manda”, significara aquello lo que quiera que fuese.
Tania, por el contrario, poseía la
belleza salvaje de un campo de trigo recién germinado y la mirada de una gata
que acecha. Era de espíritu indómito, como si estuviera encerrada en un cuerpo
que sabe volar pero que pesa demasiado para conquistar el cielo. Además no
sentía los más mínimos deseos de aprender aquel oficio que encontraba
insufrible por la cantidad de horas que la obligaba a estar sentada. Si por ella
fuera lo habría dejado todo atrás y se habría marchado a la ciudad para probar
suerte, pero no se veía con fuerzas de abandonar a su hermana que parecía feliz
de quedarse en el único lugar que conocía, con sus vecinos de toda la vida y su
pérdida prendida a la ropa como un olor rancio.
Cierto día doña Petra se presentó en
el taller acompañada de un muchacho. Carraspeó situada frente a todas sus
empleadas, de pie sobre la tarima, y con voz engolada y satisfecha les presentó
a su hijo Daniel. Acababa de terminar sus estudios en la capital y volvía para
descansar unos meses antes de encarar su futuro profesional. Les advirtió de
que le debían respeto, como si se tratara de ella misma, y de que no toleraría
distracciones por su presencia. En lo que a aquellas pobres infelices
concernía, como si no existiera.
Mila y Tania giraron la cabeza para
mirarse en cuanto su patrona les dio la espalda; fue como si en lugar de cuello
tuvieran resortes sincronizados. Ambas pensaron lo mismo: ¡qué guapo! Por fin
una nota agradablemente discordante en sus vidas.
La prohibición de acercarse a Daniel
fue el acicate que Tania necesitaba para dar rienda suelta a la rebeldía que
anidaba en sus entrañas desde hacía tanto y que nunca había encontrado
propósito definido. No albergaba mala intención, solo afán de reafirmarse
desobedeciendo y decidió que no le contaría nada a su hermana para no
comprometerla. Era la primera vez en su vida que le ocultaba algo.
Desde ese momento en adelante Tania
siempre halló la forma de encontrarse “casualmente” con Daniel y de tentarle a
no sabía muy bien qué. Derrochó sonrisas pícaras cargadas de intención,
vaivenes armoniosos de cadera y retazos de escote que no había mostrado a
nadie. Tanto fue así que el muchacho, bastante más experimentado que ella en
las cuestiones del mundo, acabó por sucumbir de mil amores. Tomó su cuerpo y su
ilusión como quien se sienta con glotonería a una mesa llena de manjares y los
devoró con fruición. Tania aprendió lo que el instinto y Daniel le enseñaron y
mantuvo el secreto como su más preciado tesoro. Se sentía mujer al fin y no
podía evitar mirar con cierta condescendencia a su hermana, solo dos años menor
pero a la que consideraba una cría en comparación con ella.
Algunos meses después, cierto día al
acabar la jornada de trabajo, Mila invitó a Tania a pasear por el apartado
camino que llevaba al Molino. La primavera había irrumpido presurosa cubriendo
con su manto de colores y olores el campo; sería un paseo muy agradable y
podrían conversar. Tenía que contarle algo maravilloso que había estado
callando, ¡Daniel la cortejaba en secreto y le había pedido matrimonio! Pronto lo
harían público y, tras la boda, partirían del pueblo.
La noticia impactó a Tania como si
una piedra la hubiera alcanzado en plena frente; su mente era incapaz de
procesar la información. Como hipnotizada observaba fijamente el rostro
sonriente y arrebolado de su hermana, los movimientos de sus labios lanzando
palabras que ella no lograba entender, la forma en que su pecho se agitaba por
la emoción. No podía ser, tenía que tratarse de otro Daniel, seguro que había
alguna confusión. Pero por más que ella lo negara, la realidad siempre acaba
por imponerse.
Aquellos días doña Petra andaba como
pollo sin cabeza, de un lado para otro, pañuelo en mano y sonándose
continuamente los mocos. No era mujer que inspirara ternura en condiciones
normales, siempre enérgica y adusta de gesto, pero era imposible no apiadarse
de ella al verla de esa guisa, tan demacrada y enjuta. Todos daban por hecho
que Daniel se había marchado de malas maneras y que no volvería; era su madre
la única que albergaba una esperanza empecinada porque era a quien más dolía su
ausencia. Ella quería a su hijo, su más preciado tesoro, y le conocía bien. Si
había sido severa con él fue solo para convertirle en un hombre de provecho, no
por crueldad, y él tenía que comprenderlo. Seguro que lo comprendía. ¿Cómo
podía haberla dejado de aquella forma, sin una explicación ni una despedida? Estaba
sufriendo mucho, pero sabía que cuando Daniel se cansara de aquella maldita
costurerilla entrometida, volvería.
Tania y Mila siguen tan unidas como siempre,
más si cabe ahora, de adultas, porque
han comprendido el valor de la lealtad sin fisuras que solo ellas pueden ofrecerse
la una a la otra. Se han convertido en buenas profesionales y Mila llegó a ser
la mano derecha de doña Petra en los momentos más difíciles, gobernando el
taller con tanta eficacia como su patrona pero con modos más dulces. Quizás por eso se lo legó en su testamento.
Tania viaja a la ciudad con frecuencia y trae patrones, revistas, ideas nuevas
con que dar otros aires el negocio, uno de los más prósperos del pueblo. Viven
juntas y no hay hombres en sus vidas, no creen que merezca la pena tener tratos
con seres tan viles.
Algunas tardes, cuando el tiempo
está bueno, pasean con una cesta de merienda hasta el viejo Molino y se aseguran
de que todo siga en orden. No ponen flores en la tumba de Daniel porque aún no
le han perdonado, pero sí en la de la Marita. A ella no le deseaban ningún mal,
es solo que necesitaban darle a la desaparición visos de fuga amorosa y ella
era tan confiada e inocente…
Seguro que esté donde esté las habrá
perdonado. No hay nada por encima del amor fraternal.
Julia C. Cambil
Buenísimo, Julia! Gran historia y tremendo final. Me ha encantado lo de robarle risas a la pena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta, estoy feliz de que te haya gustado :)
Eliminar¡Un abrazo!
Julia un relato muy ameno, donde resaltas el amor fraternal por encima de cualquier circunstancia.
ResponderEliminarHaces alusion a algo que quiero destacar y es esa transformacion de la madre cariñosa en mujer amargada, es algo que pasa con mucha frecuencia lamentablemente, pero creo que es mejor que sea asi en el peor de los casos, a unos padres que siguen juntos pero se repudian y convierten el hogar en un campo de batalla.
Los personajes y las descripciones son increiblemente perceptibles al leerte, ese paseo que dieron las hermanas, donde le das un giro inesperado a la historia fue genial, porque vemos como saltan las emociones de ambas. Y cuando dices : "cuando Daniel se cansara de aquella maldita costurerilla entrometida, volvería", das a entender que fue con una de las dos hermanas, que pícara eres y que bien te quedó.
Pobre Marita que fue quien pagó la deslealtad de Daniel , dejas un mensaje muy claro aqui tambien, no es para nada conveniente ser mojigata, ja, ja.
Que fuertes resultaron ser las hermanitas !Eh!, todo en nombre del respeto y el amor fraternal.
Que tengas una agradable semana querida.
Como siempre es un placer leer tu comentario y las valoraciones que haces del texto, Harolina, es un lujo tenerte de lectora :)
EliminarEn esta historia yo quería que quedara en primer plano esa unión indestructible entre hermanas, teniendo en cuenta que no dejaban de ser mujeres, y qué mejor que un asunto de celos. Daniel salió mal parado, pero no da mucha pena teniendo en cuenta lo mal que se portó con ambas hermanas.
Y respecto a lo de jugar al despiste metiendo por medio a la pobre Marita, qué puedo decirte, son artimañans de contadora de historias. Cualquier cosa por mantener vuestro interés jajaja.
Me alegro infinito de que te haya parecido una historia entretenida, querida amiga. Pago más que suficiente para mí.
Que disfrutes de un martes alegre y provechoso!
Hola Julia.
ResponderEliminarQué bueno, es un final realmente bueno, toda la narración lo es, pero el final es de diez.
Enhorabuena y muy feliz semana.
Muchas gracias, Gemma, ¡eres muy generosa! Los finales suelen costarme trabajo porque la mayoría de las veces tengo varias opciones y no sé por cuál decantarme. Me alegro si el que elegí en esta ocasión te pareció el adecuado :))
Eliminar¡Un beso enorme para ti y a por el martes!
Caramba con las hermanitas, ese amor fraternal parece que se reforzó con la complicidad añadida del crimen.
ResponderEliminarMe ha gustado el lenguaje que utilizas, le da cierto aire decimonónico al relato. No sé, pero me he imaginado a Mila y a Tania con trajes de época.
Un besote y buen inicio de semana.
Hola, Paloma :)
EliminarLa verdad es que no he situado el relato en ninguna época concreta, pero perfectamente podría ser que vistieran de época. Te imaginas si en lugar de pobres pueblerinas fueran cortesanas tal y como se las gastan? jajajjaa.
Lo del leguaje no es intencionado, cada relato escoge su propio tono, creo yo.
Otro beso enorme para ti y feliz martes.
Fíjate que te leía y pensaba "qué bien, Julia se desenvuelve en géneros con buen hacer en todos" porque tus últimos relatos han sido más bien tipo suspense y este lo encontraba tipo drama...y sin embargo, aún así, ese giro final...¡me encanta! y empieza a ser, para mi, tu firma personal. Como siempre, un placer leerte.
ResponderEliminarBesitos.
Holitas, Noelia :)
EliminarTe querrás creer que nunca me planteo qué género uso para contar una historia? Soy un verdadero desastre, supongo que es lo que tiene escribir "de oidas", sin ninguna formación específica. En cualquier caso es cierto, últimamente todos mis relatos tienen asesinatos... ¡vaya primavera más sangrienta que llevan mis musas! jajajaa.
El placer es mío al tenerte como lectora, te lo aseguro. Un millón de gracias por tu comentario.
¡Besitos de martes!
Vaya final Julia! Parecían muy inocentes, al menos una más que la otra. Daniel se ha "coronado" en cuanto a mentiras, lo que no sabía era con quién estaba jugando.
ResponderEliminarMe ha encantado ese giro que le has dado a la historia.
Un besote guapa!!
Hola, María :)
EliminarDaniel no sabía con quién se la estaba jugando, pero es que creo que ni ellas sabían de sí mismas que pudieran resultar tan "peligrosas". A lo mejor es lo normal cuando solo has conocido a dos hombres y uno te abandona de niña y el otro te engaña de joven, no sé...
Me alegro de haberte sorpendido con el final, estoy muy sangrienta últimamente jajajaa.
¡Un besito de martes para ti, encanto!
¡Qué bueno Julia!
ResponderEliminarUn texto que comienza como una fábula costumbrista para evolucionar de alguna manera hacia ese género negro en un estupendo giro final. Además en tu texto se puede oler la primavera en esos paseos tan descriptivos junto al molino. También es de una gran riqueza narrativa ese despertar sexual de Tania. En definitiva, un verdadero gusto leerte; tienes un gusto exquisito.
Buen comienzo de semana, y un cálido abrazo.
Un millón de gracias por ese comentario que le subiría la moral a cualquiera, Miguel. Tú eres muy generoso y a mí me encanta que ejerzas conmigo jajajaja.
EliminarEste relato se formó en torno a un único párrafo que escribí hace muchísimo tiempo y que me gustaba. Cuando pasa eso, que la historia no está en mi cabeza desde el principio, tiendo a divagar un poco hasta que encuentro el argumento. Quizás por eso me cuesta centrar el foco en una sola cosa y toco varios temas. Lo gracioso es que al final apenas queda nada del párrafo de origen. Las musas y sus locas historias :P
Hoy te dejo un beso, que te lo tienes más que merecido. ¡Mil gracias de nuevo y feliz martes! :)
Me gustó mucho cómo se fue desenvolviendo la trama, primero con la presentación de la historia de las dos hermanas, sus descripciones, la aparición del tercero en discordia, hasta el cierre, que deja al lector impactado.
ResponderEliminarUn relato impecable, querida Julia.
Buena semana y un abrazo grandote.
Muchas gracias, Mirna, estoy muy satisfecha de que el relato te merezca esa opinión. ¡Eres muy amable!
EliminarUn abrazo enorme también para ti y a por el miércoles :))
Querida Julia, qué relato tan sensacional amiga mía y qué final nos has dejado tan inesperado. Te felicito por tu inspiración creadora a la hora de elaborar un relato en el que nos has dejado yo creo a cuadros con ese desenlace.
ResponderEliminarUna hermosa historia basada en el amor fraternal de estas dos hermanas que prevalece por encima de todo, cosa que queda muy clara al tramar la supuesta desaparición del hombre que ha jugado con los sentimientos de ambas . El amor sea cual sea su forma desde luego nos leva a cometer los mejores y, en ocasiones, como en tu relato, los peores actos.
Sensacional, Julia, me ha encantado!!
Te dejo un abrazo enorme con todo mi cariño.
Feliz comienzo de semana, querida amiga.
Qué comentario tan generoso, querida Marina, ¡un millón de gracias!
EliminarMe has dejado pensando con tu afirmación de que el amor nos lleva a cometar los mejores y también los peores actos, y creo que tienes toda la razón. Es admirable que dos hermanas se quieran tanto que incluso superen los celos al competir por el mismo hombre, pero el resultado no es nada positivo en este caso...
Respecto al final, siempre procuro que sea coherente con el resto del texto pero sorprendente. Si lo he logrado en tu caso, me alegro muchísimo.
Un abrazo enorme y todo mi agradecimiento por venir a "mi casa" de visita :))
Y tanto que lo has logrado, Julia, es sorprendente pero es coherente, no ocurre de súbito. Nos mantienes expectantes hasta ese magistral final , así que en mi opinión es un gran golpe de efecto que tu has sabido elaborar de forma brillante.
EliminarUn placer visitarte, querida amiga.
Que tengas un muy feliz descanso.
Abrazo enorme, guapísima!!!
Genial Julia. Has sabido mantener la incógnita hasta el final, sin ocultar, pero sin revelar. Ni siquiera has creado intriga, aunque has mantenido el interés. Todo se ha precipitado en el penúltimo párrafo. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias, Rosa. Estoy algo preocupada porque últimamente no hago más que matar gente en mis relatos, pero a ver quién se resiste a las musas, que no quiero enfadarlas :))
EliminarA veces tengo miedo de que los finales sorprendentes sean demasiado bruscos, de que parezcan poco justificados, por eso agradezco tanto tu comentario. La opinión de una lectora empedernida como tú siempre es de tener en cuenta. ¡Me alegro mucho de que te haya gustado!
Un besote de martes.
Jo, diría que con este relato has conseguido el argumento para toda una película. Narras la vida de ambas hermanas, cómo se van alejando hasta ese momento cumbre en el que descubren los manejos de Daniel, quien sin duda recuperó el amor fraternal perdido.
ResponderEliminarLa única pena es el destino de Marita, pero en toda historia que se precie hay daños colaterales. Fantástico giro final, Julia. Un abrazo!
Hola, David :)
EliminarYo antes escribía relatos que eran poco más que una escena, no sabía muy bien cómo hacer para que la acción avanzara algo. Ahora creo que me he pasado al otro extremo jajaja. A ver si encuentro el término medio :))
Tienes toda la razón, sin pretenderlo y pagando las consecuencias de su engaño, Daniel volvió a unir a las hermanas y esta vez para siempre. Todo el mundo diría que el amor filial es deseable, pero cuando rebasa ciertos límites se convierte en algo insano. Que le pregunten a Marita si no...
Me alegro mucho de que te haya gustado el giro final, ¡muchas gracias!
Un abrazo enorme de martes.
Qué pasada Julia.
ResponderEliminarMe ha gustado todo: la historia, el final, los personajes, las emociones, pero si hay algo que me ha encantado han sido las palabras que has empleado en las descripciones porque las has dotado de la dinámica de la que las descripciones adolecen por definición. En cada frase, hemos ido avanzando en una trama de inesperado final que, desde luego, ha sido totalmente sorprendente.
Yo tengo un hermano. Soy la menor. Dos años menor. Ya te puedes imaginar cuánto me he sentido identificada con la complicidad de Tania y Mila. Y aunque ahora cada uno tenemos nuestra familia y andamos en nuestras cosas, no dejo de recordar casi a diario todas las cosas que hemos vividos juntos, a veces como cómplices y, otras, como "compinches". Jajajajajajaja
Por otra parte, la idea de crecer en soledad, es algo que me atormenta a menudo. Soy creyente, Julia, y son muchos los días en los que pido a Dios que me cuide hasta que deje de hacerle falta a Macarena. Debe ser muy duro crecer sin una madre o con una madre ausente.
Genial este relato, Julia. Muchos besos
Muchísimas gracias, Macarena, me encanta tu comentario porque, aparte de que digas que el relato te ha gustado, que para mí ya es mucho, pones de manifiesto que has empatizado con la relación de las protas, que la historia ha "tocado" tu vida personal. Te aseguro que eso me emociona :))
EliminarYo me he criado con otras tres hermanas más y no lo cambiaría por nada, así que te entiendo muy bien. Está claro que con unas me entiendo mejor que con otras, pero son tantos los recuerdos, las anécdotas, las vivencias, que creo que sin ellas una parte de mí misma no habría llegado a ser.
Por otro lado no creo que tenga nada de malo criarse sola, también tiene sus ventajas y cosas positivas, pero tu preocupación es perfectamente lícita como madre que eres. Piensa que si tuvieras dos hijos, o tres, pasarías a tener otras preocupaciones y más numerosas si cabe (te lo digo por mis propias hermanas y sus hijos). Es ley de vida, las madres tenéis con vuestros hijos un instinto de protección fortísimo. Quédate tranquila, estás educando a Macarena mejor que bien para que sepa desenvolverse en el mundo pero es que además estoy segura de que va a tener mamá y papá para rato.
¡Un beso gigante, guapa, y gracias por el ratito de charla!
¡Genial, Julia!
ResponderEliminarUn relato impecable con ese tinte de novela negra y ese final tan imprevisible.
En realidad, las dos hermanas sufrieron primero a causa del abandono del padre y después con Daniel, el hombre que ha jugado con los sentimientos de ambas. No es de extrañar que no crean que merezca la pena tener tratos con seres tan viles y que decidan vivir juntas, dándose consuelo, refugiándose la una en la otra.
Un relato de 10, Julia. Un abrazo grande.
Hola, Carmen :)
EliminarMe encanta que hayas reparado en el detalle de que el poco trato que las protagonistas han tenido con los hombres, su padre y Daniel, haya sido tan nefasto que las haya condicionado de por vida. No me parece una reacción sana, pero sí explicable y a mí la psicología de los personajes siempre me ha parecido importante.
Estoy más que satisfecha de los calificativos que dedicas al relato, ¡un millón de gracias!
Otro abrazo para tí, espero que estés teniendo buena tarde :)
Tocayo para no desearles mal, menudo futuro les auguras... jajajaja. Bueno, lo entiendo, lo que han hecho es terrible. El amor filial está genial, ya ves que hasta han superado los celos, pero quizás no debieran haber sido tan entusiastas a la hora de castigar a Daniel, verdad? Sí, puede ser... :P
ResponderEliminar¡Otro abrazo para ti y muchas gracias por la visita!
Una trama bien dirigida desde el principio, querida Julia, las escenas familiares que incluyen el cambio de carácter de la madre lo cual es creíble y más en tiempos difíciles en los que sobrevivir era lo esencial. El esbozo del comportamiento de las hermanas, en las que pude familiarizarme con su físico, sentimientos y emociones.
ResponderEliminarEse acto de la madre para con las hijas de ponerlas de costureras sin ellas querer, ahí veo claro una "no casualidad" pues a raíz de ahí, que las dos comienzan su periplo por la vida y lo que no debía ser, fue lo mejor en cuanto que las dos encontraron un trabajo acorde a sus cualidades. Todo ocurre por algo.
Tania encontró manera de sacar su vitalidad a flote gracias a Daniel, al igual que Mila (mi tocaya jeje) pero gracias a lo unidas que estaban ni Daniel pudo con ellas, sino, que fueron ellas las que acabaron con él, y con la pobre Marita. ¡Menudo desenlace inesperado!
Te quedó estupendo el significado de la fraternidad en el relato, querida. Felicidades por tu creatividad tan visual, es un gustazo leerte.
¡Un abrazo con todo mi cariño!
Holitas, Mila :)
EliminarComo siempre haces una personal e inteligente interpretación del relato. Dices bien, todo sucede por algo, y estas dos hermanas que podían haber caído en una historia de competencia y celos por amar al mismo hombre, transforman la superación del desengaño con un crimen doble. Quizás el que su padre las hubiera abandonado de niñas y la forma de proceder de la madre las empujó a "solucionar" el conflicto muy a su manera y manteniéndose unidas a toda costa. Son pruebas, a veces muy crueles, que va poniendo la vida. ¡Menudo culebrón que me he marcado! jajajaja.
Me alegro de que encuentres coherente la historia y de que te haya gustado, ¡honor que me haces!
Un beso gigante de miércoles, linda, y mil gracias por tu presencia en esta casa.
Debo confesar que mi prota se llama Mila por tí; os parecéis en las buenas cualidades que compartís :)
Lo que parecía una historia inocente de amor fraternal que derivaba en una competencia, desengaño y celos, ha acabado transformándose en una siniestra historia de unión fraternal para hacer frente a una venganza por traición, con una pobre inocente e ingenua de por medio. Como suele suceder con tus relatos, al placer de la lectura, a medida que vas desgranando la trama, hay que añadirle un giro brutal que le da un valor añadido e inesperado. Como siempre, he disfrutado del texto de principio a fin. Enhorabuena por una historia pergeñada con tanta habilidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sé qué me pasa últimamente, Josep, que no puedo dejar de matar gente en mis relatos. Te aseguro que en principio las cosas no iban a terminar así, pero las musas te van enredando y ¡zas! al final alquien acaba peor que mal :))
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado, a mí también, y mucho, tu comentario. ¡Un millón de gracias!
Te dejo un abrazo de miércoles.
ResponderEliminarQue relato mas bonito y sorprendente, con bajadas y subidas, pero al final la supervivencia se impone. Daniel no debió subestimar a las hermanas. La ambientación primaveral es preciosa al igual que tus protagonistas.
Abrazo
Hola, Yessy :)
EliminarEstoy de acuerdo contigo, Daniel primero no debió comportarse tan mal y segundo no debió pensar que sus acciones no tendrían consecuencias. Hay hermanas que se llevan fatal, pero no es el caso de mis protagonistas, capaces de cualquier para defenderse la una a la otra.
Me alegro mucho de que te hayan gustado la ambientación y el relato, ¡muchas gracias!
Un abrazo grande también para ti :)
Muy buen relato, Julia. Me parece muy verosímil el comportamiento de las hermanas. La unión en este caso puede ser enfermiza desde un punto de vista psicológico pero en mi opinión, es la reacción más lógica en las circunstancias de las protagonistas.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
Yolanda
Holitas, Yolanda :)
EliminarYo también encuentro lógico el comportamiento de las hermanas, me alegro de que lo veas así. Quizás de no haber estado tan unidas podrían haber caído en una historia de celos o envidias por el mismo hombre, pero no fue así desafortunadamente para Daniel y Marita.
Muchas gracias por la visita, ¡me alegro mucho de que te haya gustado!
Un abrazo también para ti y feliz finde :)
Amor grande, amor precioso
ResponderEliminarpor ti hermana lo que yo siento es
amor lindo, amor fraternal, amor sincero.
Sempiterna
Todas esas cualidades que mencionas tiene el amor entre hermanas, Bea. Mucha suerte tienen todas las que lo experimentan :)
Eliminar¡Gracias por la visita!
¡Un final maravilloso! y en general todo el texto.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Aydita, me alegro mucho de que te haya gustado :)
Eliminar¡Besos y buen finde!
Es de esas historias de suspense donde puede decirse que se trata del crimen perfecto, ya que debido a tu habilidad para elaborar la trama, lograste encajar esas piezas tan delicadas del puzzle.
ResponderEliminarUna historia aterradora pero al mismo tiempo llena de complicidad con pinceladas de ternura. Los personajes están muy bien definidos a través de esos pequeños detalles que los conforman.
Sinceramente, querida Julia, estás progresando mucho con tus letras y te felicito por tu trabajo tan concienzudo.
Cambiando de tema, siento que no te veas motivada a la hora de leer o escribir contenidos que no sean relatos. Bueno, comprendo que te hayas centrado en este tipo de blogs, pero no quisiera perderte por el camino (ya me entiendes).
Quizás entre la amplia gama de estilos que confluirán en ese mismo escenario, puede que encuentres algún motivo de inspiración o al menos olvides por algunos instantes la cruda realidad que nos rodea. Otra ventaja añadida es que allí, nuestra común amiga Madame Santal, procurará responder los comentarios.
Un beso enorme, que disfrutes del fin de semana y saludos reverenciales de Madame Santal, que será mi sustituta para devolver las visitas.
Hola, Estrella :)
EliminarAgradezco mucho tus palabras tan generosas, constituyen un estímulo muy importante para continuar escribiendo.
Una va cambiando la forma de escribir y no sabe porqué. Yo leo ahora cosas mías de hace años y no me reconozco ni en el tipo de lenguaje ni en los temas o argumentos. Supongo que es una evolución que todos experimentamos y el haber estado sin "practicar" en más de un año, como es mi caso, puede que haya servido para cambiar los "posos" a los que todos recurrimos cuando de crear se trata. Si tú crees que mi evolución ha sido para mejor, yo más que contenta.
Respecto a la nueva andadura del Madame Santal, claro que iré a su teatro para ver qué tal marcha todo y comprobar que sus dotes adivinatorias siguen en plena forma. Me gustan sobre todo los blogs de relatos, es cierto, pero también sigo algún otro que tienen otra temática, como será el caso. Aún así sigo diciendo que me apena que cierres momentáneamente tu otro blog.
Gracias por tus buenos deseos y los de Madame Santal. Yo os envío besos a ambas y mis mejores deseos de éxito :))
Desde luego manejas muy bien el suspense Julia. Cuando ha aparecido el tercero en discordia he remido por ese amor fraternal pero lo has resuelto de forma sorprendente y muy buena, aunque ea pobre Marita me ha hecho volver a releer el relato buscándola hasta que he entendido que habia sido la sacrificada, pobrecita.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, Conxita, muy honrada con tu comentario. Como le decía más arriba a algún lector, mis musas están teniendo una primavera un tanto tétrica, con relatos plagados de asesinatos y secretos oscuros. Miedo me da pensar en qué me traerán en verano... :)
EliminarSí, Marita es un "daño colateral", solo un instrumento para darle a la desaparición de Daniel visos de fuga amorosa y jugar al despiste. Es la única inocente de todo el relato, creo.
¡Un beso enorme y feliz tarde!
Muy bueno Julia, he de confesar que acercándome al final no sabía aún cómo terminaría aquello y : gran, gran final. El amor fraternal es muy poderoso, construye los más fuertes lazos, es uno de los mas amores más verdaderos. Como siempre un gusto leerte :) Abrazos!
ResponderEliminarMuchas gracias, Diana, me siento muy satisfecha por la opinión que te merece el relato. Creo que a veces me adentro demasiado en la trama y luego tengo que buscar una salida que no siempre es fácil, pero que de ninguna manera querría que fuera absurda o discordante con el argumento. Si en esta ocasión crees que lo he resulto bien, ya estoy más que contenta :)
EliminarEs muy cierto que el amor fraternal está por encima de muchas cosas. Eso solo lo puede entender quien ha conocido sus vínculos. En este caso trajo consecuancias imprevistas...
Un abrazo enorme también para ti, ¡un gusto recibirte en el blog!
Hola Julia,
ResponderEliminarLo que se llama, una amistad de verdad. Tuve varias en la infancia, ahora puede que con los años, es dificil encontrar buenos corazones y creo que hay más juventud. Estoy en una edad que ni mayor ni joven. En el medio. Y reverbero los dias en que los veranos me llevaban al pueblo en Aragón, ¡aquello si que era amistad! inefable, no puedo decir más.
Hola, Keren :)
EliminarCreo que tienes razón, las amistades para toda la vida se hacen en la infancia o en la juventud si acaso, pero son mucho más difíciles de hacer una vez que se llega a la edad adulta. En esta última etapa son "coyunturales", según para qué las quieras, pero no de esas que eran para todo y para siempre. Bueno, al menos tú tienes preciosos recuerdos de esas visitas al pueblo y lo que allí vivías.
Mil gracias por la visita, ¡un beso!
Creí que no lo había entendido Julia, pero ahora me dio miedo. Ay !!!
ResponderEliminarHola Fany, ¡que alegría tenerte aquí aunque te haya causado miedo! :)) Este par de hermanas son muy pero que muy "especiales", ya ves...
EliminarUn beso y gracias por la visita.