La ciber cita
Duda sobre si contárselo a su amiga.
Más que las críticas, teme la burla. Pero es tan fuerte lo que le ha pasado…
Cristina se mira de perfil frente al
espejo. Su abdomen plano, el trasero respingón y ese sostén tipo “balconet” que
le aumenta una talla y le hace “canalillo” de vértigo, componen una imagen de
su cuerpo curvosa, exuberante. No es una chica muy segura de sí misma, pero hoy
le gusta lo que ve. Pasa con delicadeza los dedos por la parte anterior de su
tanga de encaje, admirándolo (le ha costado una pequeña fortuna) y termina de abrochar
el liguero. Se gira noventa grados. De niña odiaba sus piernas larguiruchas y
escuálidas, pero a los veinticinco puede olvidarse de eso. Sus muslos se han
revestido graciosamente de la grasa justa y son torneados, fuertes, de piel
tersa. Más abajo pasa revista a sus rodillas bien alineadas, a las pantorrillas
ejercitadas por el deporte, a unos tobillos finos. Ha dudado sobre qué tipo de
medias utilizar, pero cuando compró el liguero supo que solo podrían ser de
rejilla, negras y con costura por detrás. “Si las cosas se hacen, se hacen bien”,
pensó.
Aún tiene tiempo antes de la cita y
vuelve al ordenador para echar una última mirada al perfil del que será su
acompañante. Parece un tipo majo y asegura ser tan inexperto como ella en eso
de las citas por internet. Cristina no quería a un ligón que la hiciera sentir torpe,
así que ha buscado a alguien parecido a ella, otro primerizo.
Tiene veintiocho años y es podólogo,
trabaja en una clínica del centro y dice que adora su trabajo. Eso lo ha
escrito con mayúsculas. Tiene un gato llamado Pixi, es el menor de tres
hermanos y en la foto se le ve guapo, sonriente, relajado. Viste de sport pero
con buen gusto, aunque ella espera que se arregle un poco más para la ocasión.
No todos los días se cena en un restaurante tan “chic”.
Cristina no ha comprado el vestido,
es un préstamo de su amiga Camila. A veces se intercambian ropa. A ella le
queda un poco justo y un poco corto pero tendrá que valer. El escote deja ver
unos milímetros del borde del sostén, pero no le preocupa porque ha visto en
youtube que es tendencia y además está decidida a descubrir sus cartas desde el
primer momento. Si el objetivo de aquella cita era sacarle de la cabeza a
Tomás, su último desastre amoroso, tenía que ir a por todas.
“Por cierto, ¿adónde iremos si todo
sale bien?”, piensa de repente. Vuelve al ordenador y rebusca en el perfil del
podólogo. “Ah, genial, vive solo en un pequeño apartamento”. Una sonrisa
traviesa curva los labios coral metalizado de la aprendiz de vampiresa. Vuelve
a la foto. Es alto, uno ochenta dice la ficha, así que “no problem” con los
tacones de vértigo que se ha calzado. Moreno, ojos avellana y manos grandes
apoyadas en la barandilla de un parque. Sí, manos grandes, como a ella le
gustan. Imagina que son suaves y diestras a la hora de desvestirla. Eso,
despacito. Y si trabaja con ellas seguro que también es habilidoso, preciso… La
vibración del móvil la saca de su placentera ensoñación. Nada, es un sms de
publicidad. ¡Tiene que acabar de maquillarse o llegará tarde!
─Hola, ¿tú eres Amandama?
"¡Madre mía, es un tío bueno en toda regla!”, exclama Cristina para sí. “¡Pleno al quince!”
"¡Madre mía, es un tío bueno en toda regla!”, exclama Cristina para sí. “¡Pleno al quince!”
─Bueno, en realidad me llamo
Cristina. ─Ambos sonríen abiertamente,
complacidos ante la visión del otro, solo que ella
le mira a los ojos y él mira al suelo. ¡Qué raro! Se dan dos besos.
─Entonces no hay duda de que tú
eres Fetishfeet. ─Cristina se siente un poco
ridícula diciendo en voz alta
el nick de su cita, no sabe de dónde se lo ha sacado pero es bien rarito.
─Carlos para ti. ─Mejor así, piensa aliviada la chica; no se ve susurrándole guarradas al oído a
un tal fetishfeet.
La conversación transcurre con toda la fluidez posible en estos casos. Hay
risas nerviosas que llenan los escasos silencios y algún rubor cuando la mutua
atracción es demasiado evidente. Él decide entrar en materia tras las dos
primeras copas de vino. Cristina le interesa de verdad y tiene que tantearla.
─¿Y tú cuándo descubriste lo tuyo? Yo lo
mío lo intuía hace mucho, pero hace apenas un año que lo he asumido y que “practico”.
Como ves tengo poca experiencia. ─El podólogo decide que ser sincero
y comenzar confesándose él es la mejor manera para
que ella también se abra.
─¿Lo mío? ─La pregunta pilla a Cristina fuera de juego. ¿De qué está hablando?
─Bueno, tu Nick es Amandama. Ama – manda… Eres una dominatriz, ¿no? ─Los ojos de la muchacha ya no pueden estar más abiertos.
─Creo que te equivocas, mi nick
viene de un juego infantil en el que mi hermana me llamaba Amanda María. Amanda - Ma, ¿comprendes? ─La desilusión de Carlos es tan patente que casi da pena.
─¿Y de dónde viene el tuyo? ─Cristina busca con afán una manera de salvar la situación y relajar la tensión.
─Me temo que no de un juego
infantil. ─Carlos ya no la mira a los ojos,
parece un poco azorado─. Si sabes un poco de inglés y atas cabos… Fetish – feet…
─Camarero, ¡otra botella de vino,
por favor!
¡Vaya Chasco! No hace falta que sea un sociópata que pueda asesinarte y dejarte en una cuneta. Las cibercitas esconden toda clase de sorpresas. Hay que tener cuidado al elegir el nick no vaya a llevar a error.
ResponderEliminarCon lo bien que pintaba y lo bien que lo has transmitido, el final es el remate perfecto.
Un beso.
Ya lo creo, Rosa, son una auténtica caja de sorpresas, y te lo digo yo que en cierta época de mi vida tuve unas cuantas. Yo no buscaba pareja, sino amistades, y ni te imaginas la de historias. Para colmo de males mi nick era justamente ése, Amandama, que realmente procede de un juego infantil con mi hermana, y yo era tan tonta (inexperta) que no entendía por qué me escribía una gente tan rarita jajajaja. Como ves el relato tiene algo de autobiográfico.
EliminarEn defensa de este tipo de citas también diré que conocí a gente estupenda y que aún conservo amistades de aquella época.
Me alegro de que te haya gustado. ¡Muchas gracias por venir!
Un beso
Uff bueno, esto de las aplicaciones es un mundo!! Yo he estado en estas aplicaciones, tinder, adopta un tío...y me he encontrado con mucho tarado, la verdad. Porque me he encontrado situaciones raras. A mí me daba un poco de miedo quedar con alguien que no conocía, así que mis amigas y yo lo que haciamos era antes de la cita enviarnos el número d chico y toda la información posible, y durante la cena o café o lo que fuera dar señales de vida! Pero estas cosas también salen bien!!! Yo conocí a mi novio en una de estas aplicaciones y ha llevamos casi cuatro años :)) así que tampoco me puedo quejar mucho!! Jejeje eso sí, mi nick era María, así de simple jajaja
ResponderEliminarMuy buen relato Julia!! Me ha encantado! Un besote!! :*
Vaya, María, tú eres la prueba viviente de que estas aplicaciones pueden funcionar y de que merecen la pena. Me alegro mucho por tí :))
EliminarEn mi época no había aplicaciones de móvil, todo iba por páginas webs que se miraban en el ordenador, mira si soy antigua jajajaa. Yo creo que entonces la gente era un poco más sana, más respetuosa, más seria. Ahora el método que tú usabas con tus amigas me parece imprescindible para tener un mínimo de seguridad. En estos tiempos hay mucho bicho raro, y no precisamente bienintencionado, que se mueve con soltura por esos mundillos cibernéticos.
Respecto al nick, hay que pensárselo muy bien jajajaja.
Me alegro de que te haya gustado, ¡muchas gracias!
Un beso enorme.
ja,ja. Se ve que sois muy jóvenes. En mi época nos conocíamos en la facultad o en la discoteca o por amigos de amigos...
EliminarYo creo que ése es el método más sano y que seguramente funcione mejor, Rosa, pero en mi caso, que no sé en el de María, a veces no es tan fácil si te has mudado a un sitio donde no conoces a nadie. Y un dia estás trasteando por internet y de repente... ¡oh, una página para conocer gente! jajajaja. Yo creo que son etapas y circunstancias, hoy por hoy ni loca me metería en esos berengenales. También es verdad que hoy mi situación es muy diferente :)
EliminarEn fin, experiencias de la vida (suspiro incluido) jajaja.
Jajajaja me he reído mucho con el final.
ResponderEliminarBesos
Me alegro, Aydita. Mi única finalidad era haceros pasar un rato divertido :)
EliminarUn beso y gracias por venir.
Jajaja, ¡qué divertido! La verdad es que con el nick de ella no me había dado cuenta, pero el de él sí me dio que pensar desde el principio. El remate final, con esa petición al camarero es sencillamente genial.
ResponderEliminarBesitos.
El nick de ella fue el mío propio en una época, Noelia, y yo en la inopia hasta que me explicaron lo que daba a entender. El de él lo tuve que buscar por internet jajajaja. ¡Eres una chica lista!
EliminarMe alegro de que hayas pasado un ratito divertido, ¡muchas gracias!
Un beso de martes.
Es que estas citas a resultas de contactos en la red tienen ese problema: puedes estar sujeto a engaño, a malas interpretaciones y a un desconocimiento de la naturaleza e intenciones del otro. Genial relato con sorpresa final. Esperaba algún incidente pero no se esa clase, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si he pillado por sorpresa a un escritor tan avezado como tú, Josep, ya me doy por satisfecha :))
EliminarYo creo que para las citas por internet hay que tener ganas y mucha energía que invertir. Como tú dices puede pasar de todo y es agotador estar tan en tensión. A mí me divertían en otra época de mi vida, pero ahora ni loca me metía en esos berengenales.
¡Un beso y gracias por venir!
Un buen relato Julia nos dejas con la miel en los labios. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mamen, me alegro de que te haya gustado :)
Eliminar¡Un abrazo también para ti!
Jeje, muy divertido Julia y genial ese final ;)
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta, yo también me he divertido imaginándolo y escribiéndolo :)
Eliminar¡Un beso!
Bueno, siendo podólogo tampoco debería extrañarse tanto Cristina, no? La cabra tira al monte.
ResponderEliminarBuen relato, aunque me he quedado con ganas de saber cómo acaban la noche esos dos. Con una buena cogorza?
Besosss.
Ya ves, Paloma, inocente y un poco "pava" que es la chica jajaja. Lo bueno es que de ésta aprende, ya verás :)
EliminarYo también tengo curiosidad y estoy en escribir la continuación, pero no he querido anunciarlo con el consabido "continuará" por si las musas no están de acuerdo.
¡¡Besos y brindis!!
Muy buen relato; logras un desenlace inesperado con pocos elementos. Buenas descripciones.
ResponderEliminarCada día se aprende algo nuevo, Julia. Ni idea de que los pies fueran tan motivantes para algunos.
Un saludo.
Lo son, beba; investigando por internet se ve cada cosa "rara"... jajaja. Allá cada cual con sus gustos y juegos, no?. Supongo que lo importante es encontrar compañeros adecuados para compartirlos :)
EliminarMe alegro de que te haya gustado, muchas gracias por tu generoso comentario.
¡Un saludo afectuoso también para ti!
También en mi caso comprendí que siendo podólogo y con ese nick estaba claro, aunque tengo que confesarte que debo ser un poco torpe porqué el de Amandama jamás me hubiese sugerido nada relacionado con la dominación sadomaso,... jajaja. Está claro que no debo meterme en esa clase de líos.
ResponderEliminarMe he divertido mucho!
Es que lo de Amandama es un poco más rebuscado y yo misma, que usé ese nick durante un tiempo, no me habría dado cuenta si no me lo dicen. Por lo visto tampoco debía meterme en esa clase de líos pero la ignorancia es tan osada... jajajaja.
EliminarMe alegro de que te lo hayas pasado bien leyendo. No se me ocurre mejor premio para mí :)
¡Feliz viernes!
¡Vaya situación embarazosa! Si es que "esta novedad" de las citas cibernéticas... Pero es que creo que yo soy muy chapada a la antigua para muchas cosas. No voy a decir que, igual, para sitios pequeños, o muy grandes, para gente con poco tiempo o con mucho,... Pero yo prefiero "la carne y hueso". Creo que siguiendo una trayectoria previa, se evitan sorpresas. Aunque, no sé tampoco si lo que digo es cierto. Hay quienes pasan toda una vida junto a alguien y también terminan sorprendiéndose. No sé, no sé, la verdad. Es que de esto no entiendo nada, y como nunca me lo he planteado, ni siquiera tengo opinión.
ResponderEliminarUn besito
Yo creo que las personas hacen las cosas movidas por necesidades. Quien se mete en el mundillo de buscar citas por internet seguramente es que no conoce otra forma o ésta se le da mejor o es la que está dentro de sus posibilidades por la razón que sea. Ya sabes, hay quien cara a cara se bloquea y tras una pantalla de ordenador puede soltarse mucho más. Pero desde luego para llegar a conocer de verdad a alguien, antes o después, hay que llegar al cara a cara y a partir de ahí pueden pasar mil cosas. También es verdad, como dices, que aún conviviendo con alguien un montón de años puede llegar un momento en que te lleves una sorpresa monumental, y es que todos cambiamos con el paso del tiempo. Es complicado, la verdad.
EliminarYo, por si acaso y a estas alturas de mi vida, lo de las citas por internet se queda para escribir relatos nada más, que ya estoy muy mayor para tanta emoción fuerte jajajaja.
Besitos y feliz viernes, Macarena :)
Pura actualidad Julia. Vivimos en una sociedad en la que por las prisas, la falta de tiempo o la simple comodidad, todo parece indicar que las relaciones de pareja cada vez se formen más a través de las aplicaciones. Pero claro, los chascos pueden ser monumentales como en el relato de hoy. El otro día hablaba una psicóloga sobre que hoy en día los chavales no saben ligar en el cara a cara. Quizás estas aplicaciones sean un monstruo o una bendición, los sociologos tienen trabajo, ja,ja,ja.
ResponderEliminarComo siempre estupendas y sensuales descripciones en la parte literaria de la relato.
Un gran abrazo Julia.
Hola, Miguel :)
EliminarYo creo que las aplicaciones de este tipo, y quizás todas en general, están para facilitarnos la vida, no para suplantarla. Está bien conocer gente por internet, sea para pareja, para viajar, para hacer amistades o para formar un club de dominó, pero también hay que interactuar con los demás cara a cara y aprender a expresar y a interpretar las emociones reales. Nuestra generación no corre riesgo de alienarse completamente con las aplicaciones, pero la gente joven es otra historia. Como tú dices los sociólogos y psicólogos ya tienen tarea jajaja.
Muchas gracias por tu generosa apreciación de las descripciones. Me gusta que veáis lo que yo veo :)
¡Otro abrazo grande para ti y buen día!
Ja, ja, ja... Solo con la primera frase ya consigues que el lector, de naturaleza cotilla, ponga la oreja a ver qué ha pasado. Bueno, la verdad es que tampoco veo mal el giro. La muchacha quería sensaciones fuertes y el podólogo un ser dispuesto a recibirlas. Desde luego que el mundo de las redes de citas debe ser la leche, y ese punto de riesgo por cómo puede ser la persona que se esconde tras el nick debe provocar cierta adicción y excitación. La próxima vez deberá hacerse con un látigo.
ResponderEliminarEstupendo y entretenido relato, Julia. Un fuerte abrazo!
Pues no sabes lo que me alegro de que los lectores seáis cotillas, David jajajaja.
EliminarYo tampoco creo que la cita haya ido tan mal; como poco ha sido una experiencia y una anécdota para contar entre risas. Está claro que cuando se tienen ciertos gustos en más fácil encontrar compañeros de juegos en internet que en una cafetería, y también se sabe que no todo el mundo lo dice todo ni es verdad todo lo que dice en sus perfiles de contacto. A partir de ahí ya se puede esperar cualquier cosa...
Nunca es tarde para descubrir cosas sobre los demás o sobre uno mismo, así que quién sabe qué pasó después de esa segunda botella de vino :D
Me alegro mucho de que te haya gustado y hayas pasado un ratito divertido leyendo, ¡muchas gracias!
Un abrazo y feliz viernes.
Julia nos has llevado a una cita intima a curiosear, ja, ja.
ResponderEliminarNos fuimos con Cristina, aprobamos su pinta coqueta y esperamos que el galán fuera el indicado, pero mi mente detectivesca me llevó a pensar que no era tan sencillo como pintaba el encuentro. Por suerte no fue tan trágico, eso creo.
Te luciste con esas descripciones y detalles Julia.
Que tengas una linda semana querida.
Me gusta fomentar vuestra vena cotilla, Harolina jajajaja. No, no fue tan trágica la cosa y puede que hasta termine bien para los dos. El vino abre la mente y dos botella dan para mucho :P
EliminarMe alegro de que te gustaran las descripciones. Procuro mostraros lo que yo misma veo mientras escribo :))
Un abrazo enorme y muchas gracias por venir. ¡Buen viernes para ti!
Jajajaja, pobre Cristina, qué poco tino al elegir el nick y el acompañante.
ResponderEliminarMe ha encantado el giro qu ele has dado, y esa petición final al camarero es el cierre perfecto.
Enhorabuena y muy feliz tarde.
Se ve que Cristina no anda muy inspirada últimamente, Gemma jajaja. Bueno, con esta cita ya tiene algo que contarle a los amigos para echarse unas risas :)
EliminarMe alegro mucho de que te haya gustado, ¡muchas gracias!
Un beso enorme de viernes.
¡jajaja! Lo he disfrutado, Julia, porque escribiendo eres tan detallista que más que leer parece que lo estamos viendo. Y hablando de ver, no sé por qué me imaginaba algo así al final. No he podido menos de sonreír. Tanto preparativo, tanta ilusión... El interesante juego de interpretación que dan los Nick ... Claro que mi idea era que se iba cada uno por un lado, pero con una botella de vino de por medio, me imagino que la noche dio para más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, María Pilar :)
EliminarYo creo que en esto de las citas por internet, en las que uno elige pareja basándose en lo que el otro decide "mostrar" en su perfil, todo es mera interpretación y puede pasar cualquier cosa. Tratándose de un relato de ficción el enredo estaba servido, pero a saber qué cosas pasan en la realidad jajajaja.
Me alegro mucho de que lo hayas pasado bien leyendo; para mí también fue divertido escribir esta historia un poco loca. ¡Muchas gracias!
Un abrazo y buen viernes :)
Jajaja como para emborracharse después de la cita.
ResponderEliminarMuy bueno Julia. Intuí que el nick de él era importante para la narración pero no adiviné jajaja.
He leído el mensaje que me has dejado en el blog. Me has dado mucha alegría.
Un fuerte abrazo compañera!!!
Un abr
¡Hola, Yolanda!
EliminarA mí también me ha dado mucha alegría volver a leerte por estos lares. Como ves no nos olvidamos de ti aunque te ausentes por un tiempo. Espero sinceramente que estés genial :)
Respecto al relato ya ves, un despropósito total jajajaja. Es que esto de tener que interpretar lo que dice el otro y por qué lo dice antes de tenerle enfrente, es muy complicado. En cualquier caso espero que, de un modo u otro, la noche acabara bien para los dos y sin resaca a la mañana siguiente :D
Un abrazo enorme también para ti. ¡Que tengas buen día!
Quedé pensando que la cosa iba al haber escogido ella a otro primerizo, y si ninguno tenía experiencia sobre tales citas les costaría arrancar, y teniendo en cuenta esos mundillos tan conocidos y desconocidos a la vez... Pasé a imaginar diferente con el nombre de él , desde luego las intenciones parecían ser otras por su parte. El suspense se hacía patente en la medida que leía. Luego ese final inesperado el cual no pudo ser mejor. Con esa botella de vino, Cristina debió pensar; que me quiten lo baailao y a disfrutar jajaja.
ResponderEliminarEstupendo y muy ameno relato, Julia, las musas te dan para esto y lo que quieras.
Que tengas un bonito día, preciosa.
¡Un abrazo de los grandes!!
Me alegro de haberte mantenido interesada en la historia, haciendo suposiciones e imaginando posibilidades, querida Mila. La cosa iba de malos entendidos, claro, y así no hay manera jajajaja. Solo una cosa está clara, y es que como se terminen la segunda botella de vino, la resaca al día siguiente será monumental :D
EliminarMe alegro mucho de que hayas pasado un ratito entretenido leyendo las desventuras de la pobre Cristina. Premio más que suficiente para mí :)
Otro abrazo gigante para ti, amiga, y cargado de buenos deseos para el finde. ¡Muchas gracias por venir hasta aquí!
Hola Julia,
ResponderEliminarQue buen relato, me ha partido de risa ese final tan hilarante. Bien dice el dicho que “un clavo saca otro clavo”, en este caso creo que con la confusión a tu protagonista quizá le vaya super mejor. !Vaya cosas de la vida!
Un abrazo y feliz noche!
¡Cuánto me alegro de que te hayas divertido, Yessy! Yo me imaginaba la escena y confieso que también me daba risa jajajaa.
EliminarMe ha encantado eso que has dicho sobre que la confusión puede que acabe en súper mejor. Eso es optimismo y positividad para enfrentar los contratiempos de la vida, como debe ser :)
Muchas gracias por leer, guapa. ¡Un abrazo enorme también para ti!
Pues también tienes razón, que ya lo dice el refrán: "por probar no se pierde nada" jajaja. Quién sabe, igual descubre algo sobre sí misma que no sabía :)
ResponderEliminarMe gusta tu punto de vista, tocayo.
¡Un abrazo también para ti y feliz viernes!
Jajaja, pobre mía. Me ha gustado mucho el final. La verdad que lo que se esconde detrás de un nick muchas veces no sería lo que esperamos y, aunque tengo maravillosas amistades por internet, no se hasta que punto iría a una cita de ese tipo porque no deja de ser a ciegas.
ResponderEliminar¡Un besote!
Hola, Diana, ¡bienvenida al blog! :)
EliminarYo creo que para meterse en este tipo de historias hay que tener ganas de aventura, ser un poco arriesgada y, sobre todo, estar buscando algo. Siempre se ha dicho que una de las grandes ventajas y de los grandes riesgos de internet es que nos pueden vender una mentira con gran facilidad, así que hay que tener cuidado. En este caso no ocurrió nada grave, solo algunos malos entendidos jajaja.
Un millón de gracias por leer, ¡otro beso para ti!
Hola Julia el relato genial, me ha sacado unas risas y me ha dejado pensando en eso de los nicks. El del podólogo no me ha sorprendido pero el de ella sí, no tenía ni idea. A mi me parece que con las citas por internet se deben tomar precauciones aunque recuerdo que un amigo me decía que igual que cuando conoces a alguien en un bar, tampoco sabes nada de la persona que está delante. No lo sé, creo que internet le permite a algunos esconderse tras nicks y vidas ficticias y eso es más difícil en persona pero bueno de todo hay.
ResponderEliminarEl relato muy bien llevado, dejas con ganas de seguir leyendo.
Besos
Muchas gracias, Conxita, me alegro de que te hayas divertido leyendo :)
EliminarYo creo que en esto de conocer gente por internet, un poco como en la vida real, tienes que tomar algunas precauciones, tener claro lo que buscas y confiar en la buena suerte. Como suele decirse hay de todo y exponerse en exceso, al menos al principio, no es prudente. También creo que el ambiente era bastante más sano hace unos años que ahora, pero solo hablo por mi experiencia personal y puedo estar equivocada.
Hay en marcha una segunda parte, ¡hasta yo tenía curiosidad por saber cómo continuaba! jajajaja.
Un beso enorme y feliz Semana Santa.
ja ja ja Es un relato muy original, Julia. Y nos dejas con la intriga. ¿Se animarán a probar? Los dos se llevaron una sorpresa.
ResponderEliminarPobre hombre! Se le debe hacer difícil trabajar con esa inclinación.
Un abrazo
No sé, Mirna, igual él eligió esa profesión para ir encantado a trabajar jajaja. Hablando un poco más en serio, uno no puede evitar que le guste lo que le gusta, y a veces es complicado explicárselo a los demás. Aquí la confusión estaba servida :)
EliminarHabrá segunda parte, así que espero satisfacer tu curiosidad.
¡Un abrazo y feliz noche!
Muchas gracias, Karolina. Te devolveré la visita a no mucho tardar :)
ResponderEliminar¡Un saludo!
Ja, ja, ja! Me ha encantado ese final inesperado que me hace desear seguir leyendo. Paso a leer la segunda parte, seguro que me engancha al igual que la primera.
ResponderEliminarMuchos besos, Julia.
Me alegro por esas risas, Carmen, es señal de que te has divertido leyendo :) Espero que la segunda parte esté a la altura. ¡Muchas gracias por venir!
EliminarUn beso enorme de martes.
La verdad que no es para tanto que Carlitos tenga ese fetiche, lo que sí es para tanto es que coincida el fetiche con el trabajo (que él exclama que le encanta)... Por que si uno practica un fetiche sexual mutuamente consentido está genial! Pero en este caso satisfacía su fetiche con sus clientes, sin su consentimiento...
ResponderEliminarIgual, pobres los dos que se deciluscionaron, jaja! Es mejor ser bien honesto desde el principio y no crear perfiles publicitarios. Es "menos fascinante", pero más auténtico y real.
El relato muy entretenido y bien escrito!
Hola, Jora, bienvenida a este blog :)
EliminarPues creo que tienes razón, pero espero que "Carlitos" tuviera buen cuidado de ser profesional y correcto en todo momento con sus pacientes porque si no le iban a llover los problemas :D
La sinceridad, en todos los ámbitos de la vida, siempre debería ser lo primero, pero ya sabemos lo tentador que es "adornar" un poco las cosas y luego pasa lo que pasa jajaja.
Me alegro de que te haya gustado, ¡muchas gracias por leer y comentar!
Un saludo.
Jaja! Me encanta esa manera de narrarnos cómo ella se "construye" para la cita. Y bueno esa sorpresa final... no cabe duda que el significado está en quién lee y no en quién escribe. Corro a la segunda parte :)
ResponderEliminarComo siempre, un placer de lectura.
Abrazo Julia!!
Completamente cierto, Diana, cada cual interpreta las cosas a su modo y así es como se generan los malos entendidos. A veces no tienen importancia y son hasta divertidos, como aquí, pero en otras ocasiones...
EliminarMe alegro mucho de que te lo hayas pasado bien leyendo, ¡mil gracias por tus palabras!
Un abrazo enorme y nos vemos en la siguiente :))
Hola amiga Julia, estoy de vuelta por esta pasarela virtual y por muchas razones me he tomado la libertad de pasar por tu glamurosa "casa" de reciente inauguración, asi que te he dejado una herradura y un trébol de cuatro hojas para que te de buena suerte.
ResponderEliminarQué alegría volver a disfrutar con estos relatos que llevan tu sello de calidad y que con tanta maestría manejas a la hora de crear la intriga suficiente como para dejarnos con las ganas de más... Algo que con esta cita virtual luego materializada en la realidad, pues además de divertida es tan amena que no cuesta nada "darse un atracón" en todos los aspectos....je,je,je
Continúo con la siguiente entrada....
Un beso de suspense y abrazos de lunes.
¡Bienvenida de nuevo, Estrella! Las puertas de mi casa siempre están abiertas para ti, y más después de esos regalos que me traes. Ya ves, un día me dio la locura loca y me mudé de blog para empezar de cero otra vez. Me resulta estimulante y así puedo materializar mi necesidad de cambios :)
EliminarMuchas gracias por tu generoso comentario, me alegro de que hayas disfrutado leyendo que, al fin y al cabo, es de lo que se trata tanto a la hora de escribir como de leer. Es un relato instrascendente, así que más no le puedo pedir.
Un abrazo enorme también para ti, ¡te sigo a la siguiente parte! :)
Uy que bien pinta esto!!! Me voy a seguir con la segunda parte....
ResponderEliminarAllí nos "vemos", David, espero no decepcionarte :)
Eliminar¡Gracias por leer!